Un pequeño compendio de nuevas frases excelsas. Ésta vez de su atrofiado y demente servidor.
1) "Prefiero imaginarme comiendo caca que cogiendome a esa vieja."
Charla con Padrenatas sobre Irma -La Tigresa- Serrano
2) "Lo digo en serio... tanto el yo como el alter ego que escribe se han apoderado de mi. No hay ya tipo normal, no hay ya vida sentimental ni social y temo que no la vuelva a haber."
Charla sobre planes futuros con parientes
3) "No creo realmente que a nosotros los poco-medio-sueldo nos vayan a balacear en un cine de tercera o en un restaurante de comida rápida. Están escogiendo blancos de mejor calidad."
Debate con compañeros de trabajo sobre los asaltos ocurridos en Monterrey
4) "Si me quedo estancado en éste peso, tomaré entonces el método de irme a un desierto y quedarme ahí por cuarenta días. Ya le funcionó hace mucho tiempo a un tipo. Chuy, creo que se llamaba."
Plática sobre reciente pérdida de peso
5) "Oh, santos dioses, ¡NO! De ninguna manera lo voy a aceptar. El suero y ya."
A la enfermera, cuando pretendía poner inyecciones intramusculares al estar internado recientemente en el hospital
6) "Ando desayunándome un platano y una manzana. en mis años de adolescente jamas habria pensado comer algo que no perteneciera a un animal que fue sacrificado."
Plática matutina con Amethyst
7) "Nosotros no somos convencionales. de lo contrario tendriamos muchos amiguitos, muchas fiestecitas, y un cerebrito."
Plática matutina con Amethyst
8) "No estoy dispuesto a convertirme en la perra personal de ese cabrón a cambio de ser promovido."
Pláticas laborales
9) "Disculpándome por mi lenguaje, pero usted sabe que no me gustan las cosas a medias tintas. Yo siempre quiero tirar la bomba, barrer toda la mierda de un golpe."
Consulta con doctora
10) "A ver a ver... ¿En qué momento me convertí en tu pinche vocero sexual? "Ve y dile tu!"
Respuesta a un amigo, ante su petición de ser su Celestino para conseguirle una aventura perversa
17 jun 2007
14 jun 2007
Estigiofilia
Habían transcurrido algunas semanas desde la controversial reunión de las autoridades del CREC. La gente de la Tierra continuo su vida cotidiana, en el ciclo incesante de sus respectivas obligaciones. Los medios seguían con el ansia de ser los primeros en transmitir la siguiente aparición de los seres que a todos aterraban y maravillaban a su vez.
Las autoridades mundiales cambiaron su postura respecto a los ultraterrenos y su residencia en el planeta, y la aprehensión que envolvía a cada esfera de gobierno al fin parecía extinguirse. La ciudad de Goel y los otros sitios donde había sedes de Overlap en funcionamiento habían conservado la paz durante el largo proceso de debate que por mucho tiempo tensionó a los jefes del mundo. Una vez incorporados a sus actividades regulares, pronto se distrajeron todos del morbo y miedo incesante que en todas partes se podía ver.
Y mientras todose reajustaba, el Overlap #33 estaba en movimiento por una cierta operación secreta donde comisionaron al ángel No-Amado Adrel para buscar y capturar a Swen, el delegado del planeta Hybridia, junto con el mejor grupo de genetistas de ese lugar. Adrel movilizó a su unidad, logrando la pronta captura de todos ellos, y la destrucción de su laboratorio. Swen y los otros iban mudos mientras los transportaban en una nave hacia su destino.
Horas y Melkior estaban ahí de pie esperando a los prisioneros. Cuando Adrel bajó con ellos, comenzaron a quejarse al mismo tiempo, en un escándalo incesante:
- ¡Estás violando un gran numero de leyes, Horas! – reclamo Swen - ¡No nos puedes secuestrar! ¡Suéltanos ya!
- Cállate ya – le ordeno el overlapper que lo sujetaba – Solo hablarás si se te pide.
- Pónganlos en aislamiento – dijo Melkior.
Así lo hicieron, a pesar de sus protestas. Cuando entraron a las celdas les colocaron botas imán en los pies, y les hicieron entregar su ropa y pertenencias. Un rato después tenían ya a Swen en interrogatorio con Demone y Yael mientras los líderes observaban detrás del cristal.
- ¡Ya les dije que no sé de que me hablan! – tartamudeó Swen.
- Vamos a ver – le dijo Demone – Clonación no autorizada, accesorio para transportar seres fuera de su territorio autorizado...
- Ya sabemos que te vendiste con Tenebrios y Fobos, Swen – agregó Yael – Aquí no eres un diplomático ni alguien a quien respetar. Eres el sospechoso de un crimen.
Yael hizo una seña a su compañero, quien rápidamente activó un monitor, para que Swen viera documento tras documento en él. Luego de hacerlo, de inmediato comenzó a alegar inocencia. Demone le ignoró, encendiéndole un cigarro y otro para sí mismo. Swen fumó a bocanadas, temblando sin parar.
- ¿Todavía alegas inocencia, Swen? – preguntó Yael, estallando en cólera luego de haber transcurrido el tiempo – No te imaginas en problema en el que estás. Vas a cooperar con nosotros, o te juro que...
- Dame tu arma, Yael – dijo Demone, tendiendo la mano y acercándose al prisionero.
- ¿Qué me van a hacer? ¡Déjenme en paz, malditos locos!
Jaló al cautivo de sus ropas, llevándolo a un rincón. Overlap estaba actuando de esta forma debido a una operación ilegal que sabían que ocurrió en Hybridia, asistiendo a las operaciones del Infierno Salvaje. En cuanto a Swen, había razones de sobra para suponer su participación. Goel y Melora se hallaban ocupados, pero Yael y Demone podían manejarlo; o al menos eso afirmaban.
- ¡Híncate, ya! ¡Pedazo de mierda! – ordenó Demone, apuntándole.
- Sssii. - respondió Swen, obedeciendo al instante.
- Dime ahora si participaste en eso, y no mientas, porque lo sabré. No querrás que limpie tu pobre colon con este láser.
Como respuesta comenzó a llorar, reitero su inocencia, y se desmayo. Demone se enfureció visiblemente; golpeó la pared con el puño, agujerándola, y maldijo hasta el cansancio. Salieron del cuarto, y los overlappers llevaron a Swen arrastrando hasta su celda.
- Éste asegura que no sabe nada, General – dijo Demone en un susurro a Melkior.
- Horas se encargará del papeleo y las explicaciones ante la CREC. Nosotros tenemos que resolver ésto. Ya hay unidades ubicando a antiguos colaboradores de éstos individuos. Los quiero a ustedes también en esto.
- Tenemos la declaración de Delirio – comentó Yael – Hay lugares donde participa activamente la cohorte infernal, ya sea manejando el negocio o yendo a pasar un buen rato. No se mezclan con los vampiros, tampoco son bien vistos por los Dioses hostiles. Los híbridos están trabajando con los demonios.
- Den aviso a Goel y a Melora. Quedan suspendidos permisos para las líneas Élite de Overlap y de No-Amados... – ordenó el General.
‡
Goel y Melora solían disfrutar cada momento que pasaban juntos, aunque hubiera tormenta o un sol abrasador. Se abstraían del mundo perdiéndose en los ojos del otro, como en un cuento de amor.
Solo que ese particular otoño no era así. Ella atendía sus asignaciones de Overlap, al igual que él las propias. Con esas ocupaciones sobre sus hombros, maldecía el hecho de que hubiera algo que los alejara. Ese día salió a su trabajo entonces, tratando de pensar en otras cosas mientras volaba. Siempre era acompañado a muchas de éstas operaciones por Yael y Demone, o Adrel y Deneb. El camino que recorría ahora parecía revestirse de su propia tristeza, cuando pudo ser contactado por la base. Era ya noche, y como ya sabía por su propio aviso, Melora se preparaba para una fiesta esa noche con sus compañeras overlappers Monique y Margot. Y deliberadamente, decidieron estar inlocalizables, para realmente poder pasarla bien.
Tal vez fuera irracional el pensamiento de Goel, entregándose al miedo a que algo le sucediera a su amada, pues ella era poderosa y sabría cuidarse. Aún así, cada vez que Mel se iba él acostumbraba recluirse en la base de Overlap, en el Lugar No-Amado, perdido en sus pensamientos, recreando sus temores. Se ocupaba de algunos de sus deberes, y tornaba a acostarse. Luego despertaba a veces empapado en sudor, victima de las pesadillas que lo acosaban. La perdida de Melora y la miseria eran los dos fantasmas que rondaban su mundo onírico.
Y Goel ya no podía dormir.
Sus sueños quizá fueran proféticos, y se inquietaba al pensar que el enemigo en ellos tal vez iba ya tras la pista de la mujer que amaba. Ese terrible enemigo que al oír su nombre lograba helar la sangre de muchos:
Fobos.
- Él esta aquí, señor – le dijo Goel a Melkior cuando estuvieron frente a frente. – Jamás dejó el planeta. Ni siquiera el país.
- Por esto fue que te llamé, Goel – respondió – Y Melora no responde. No se le ha podido ubicar. ¿No estaba contigo?
- No. Voy a buscarla ahora mismo.
- Es un estado de emergencia. Demone y Yael van contigo, junto con un grupo de overlappers. Pónganla a salvo. ¡Y localicen al blanco y captúrenlo!
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- Es agradable poder desconectarse del mundo del trabajo, ¿no? – dijo Monique a gritos por la música a gran volumen.
- ¡Claro que sí! – contestó Margot, sentada a un lado de Melora.
Mel le sonrió a ambas, dio una fumada a su cigarrillo y probó su bebida. Había mucha gente reunida en la casa donde era la fiesta. Se apretujaban, algunos de pie y otros sentados en sillones o en donde pudieran. Comían, bebían y reían, charlando sobre trivialidades. Mientras ellas se divertían y abrazaban el dichoso furor de la desconexión del mundo de Overlap, los No-Amados volaban apresuradamente.
- ¿Yael? – dijo Goel a través de su comunicador.
- Aquí estoy – respondió este – Te escucho.
- Olvídense de esas porquerías de rastreadores miniatura. Traten de sentir el aura de las overlappers, y daremos con ellas.
- Esta bien. Seguimos al sector norte de la ciudad.
- Entendido. Fuera.
Al decir esto y dirigirse solo al sur, Goel suplico que Yael y Demone fueran de confianza esta vez. Desde que comenzó a notar desinterés en ambos, ya ni sabia si considerarlos de los No-Amados aun, pues tenían distracciones ahora que les hacía ser distintos a aquellos que fueron sus aliados en la guerra, tiempo atrás.
Melora, conversaba aún con sus compañeras. Daban su opinión sobre los asuntos del mundo, de Overlap, y de pronto se avocaban a las confesiones personales. Reían con picardía, sonrojándose de pronto con las bromas y comentarios subidos de tono. Y Monique, quien estaba asomándose por la ventana del cuarto en el segundo piso donde estaban, cambio de pronto su expresión:
Una siniestra figura volaba en dirección a la ventana por la que la overlapper se asomaba. El ser media fácilmente dos metros, y su torso desnudo y piel grisácea contrastaban con su cabello largo y rubio, que se sacudía por el aire. Las grandes alas en su espalda, como de una gárgola, se quedaron extendidas al precipitarse hacia la ventana, donde Monique no tuvo tiempo de reaccionar. El demonio se estrelló, arrastrando a Monique hasta la pared. En ese momento, Melora y Margot se hicieron y sacaron sus armas, cuando la gente empezó a gritar. Monique, desde el suelo aún, dijo a voz en cuello:
- ¡¡¡Fobos!!! ¡Es Fobos! ¡QUE SE VAYA LA GENTE DE AQUÍ! ¡Melora, Margot!
Las dos abrieron fuego contra él, pero replegó sus alas para detener el ataque, y ninguno de los disparos logró atravesar. Monique, quien seguía en el piso, intentó derribarlo sujetándolo de los pies, pero Fobos le dio un puntapié en el rostro tan fuerte que la lanzo hasta la calle. Los invitados a la fiesta huyeron en segundos, y era frustrante para las chicas ser las únicas overlappers que habían asistido a la reunión. Siguieron disparando, volando en pedazos el sonido, muebles, y todo lo demás.
- ¿Dónde está tu novio, Melora? – preguntó Fobos – Vengo a jugar con él, y contigo, claro.
- ¡Sueñas! – le gritó ella. - ¡Tienes boleto para el Asilo!
- ¡Mujeres imbéciles! – gritó el demonio con terrorífica voz, moviéndose hasta donde estaban las dos, y de un golpe con el puño las envió hasta la calle donde había caído también.
Tan grande era el escándalo que Goel, desde donde estaba, logró escucharlo y se dirigió hacia allá, pero otra figura que le observaba desde una azotea saltó de pronto y se aferró de su cuello, cayendo ambos sobre un automóvil estacionado en la calle. Cuando Goel iba a incorporarse, el atacante lo sujetó por detrás.
- ¿Te digo algo? – susurro la voz que a Goel le resulto conocida – Tu dolor es mi placer, y tu muerte la razón de mi existencia.
- Yoloy... - murmuró Goel entre dientes.
- Ssssiiiii...
- No tengo tiempo para esto, Yoloy. Ni siquiera para saber como diablos estas aquí si es que te volaron en pedazos. Quítate...
Se incorporó y emprendió el vuelo con el loco aun prendido de su cuello, mientras se forcejeaba para quitárselo de encima. El primer intento fue inútil, y lo siguiente fue volar hacia un lugar donde estaba el paso del tren, y ya ahí descendió a toda velocidad de espaldas, estrellando a Yoloy contra las vías, y fue así que se liberó.
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- Objetivo localizado – dijo Yael, quien volaba junto con Demone y los otros que les acompañaban.
- Situación hostil – agregó Demone por el comunicador – General, hemos confirmado la ubicación de Fobos.
- Procedan – ordenó Melkior – Tenemos noticia de que Goel localizó y está combatiendo a Yoloy cerca de ahí.
- No podemos hacer nada por él – dijeron – Está por su cuenta. ¡En formación! ¡Ataquen!
Las tres valientes mujeres golpeaban a Fobos con ímpetu, ya heridas por los brutales ataques del Lord Demonio. Sus armas se habían agotado, pero ya en el combate cuerpo a cuerpo se notaba que Fobos estaba ligeramente cansado. Golpeó en el vientre a Margot y la hizo caer, y al ocurrir esto, Melora vio al cielo e identificó a sus compañeros enfilándose contra el enemigo. Se hizo a un lado, y fue alcanzado por los guerreros, arrojándolo a 9 metros de donde estaba por el impacto. Se agruparon con Yael y Demone al frente, mientras Fobos se erguía, levitando, y emitió un rugido como el de un león aumentado hasta el infinito. Los vecinos, espantados, se refugiaron en sus casas al escuchar el escándalo que hizo incluso que las ventanas se rompieran y los cimientos de las construcciones temblaran. Comenzó a correr, embistiendo hacia sus oponentes.
- ¿Qué hacemos, Yael? – preguntaron nerviosos.
- ¿Ustedes que creen, idiotas? – dijo Yael - ¡Dispárenle al maldito!
Cada uno apuntó, y se inicio la lluvia de descargas. Fobos recibió el ataque, pero continuó avanzando hasta llegar a ellos, tomó con sus manos a cuantos pudo y los azotó a diestra y siniestra. Rompió sus armas y huesos con una rapidez increíble ante la mirada horrorizada de Melora, quien veía como sus compañeros daban alaridos de dolor, y se lanzó en su ayuda a pesar de sus propias heridas. Cuando ya solo Yael, Demone y Melora estaban de pie combatiéndolo, Fobos tomo su segundo aire y ataco mas ferozmente, Al caer los dos No-Amados, sujeto a Melora del cuello y la acercó a él, diciéndole:
- En realidad, no te voy a matar. Pero si persistes en ayudar a tu noviecito, lo haré. Fue un gozo pelear contigo... - y al decir estas ultimas palabras, la arrojó lejos.
La overlapper estaba aturdida y solo esperaba caer, alguien la sujetó y la puso en tierra suavemente. Melora volteo a verlo: alto, cabello plateado... y alas blancas.
- ¡Miguel! – dijo ella con dificultad.
- Me encargaré de Fobos, Melora – dijo el arcángel – Tus compañeros pueden dejar de pelear.
- ¡¿Tu?! – rió Fobos - ¿Tú vas a vencerme, niño bonito?
- Igual que vencí hace siglos al gusano a quien sirves – respondió Miguel.
El arcángel avanzó, listo para pelear. Mel dio un vistazo a la calle y contemplo toda la destrucción que habían provocado, y justo cuando parecía que se atacarían los dos, Fobos percibió que Goel estaba por ahí cerca, no perdió tiempo y emprendió el vuelo hacia allá, seguido inmediatamente por Miguel..
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Goel y Yoloy seguían en su lucha, y mientras se golpeaban, el héroe noto en su adversario las diferencias en su físico: su piel tenia escamas y color verde en algunas regiones, incluso en la cara. Su ropa era la de un ciudadano común, la cual seguramente le había arrebatado a algún pobre infeliz que mató. Era ya claro que quien asistió a Yoloy para salvarle de la muerte fue el mismo Fobos, y los híbridos habían dado asistencia al demonio para ocultarlo de la CREC y Overlap. La pelea era esta distinta; Goel demostraba que no había necesidad de armas para enfrentarlo.
- ¿Tienes problemas, Yoloy? ¿Qué distinto es cuando tu contrincante no esta atado, verdad?
- ¡Cállate, demonio de mierda!
Al elevarse ambos por los aires le dio al híbrido un rodillazo en el vientre, y al verlo doblarse, golpeo su nuca con ambas manos y lo mandó de nuevo a tierra. Estando Yoloy así tendido, Goel se detuvo al escuchar la voz de su amada en el comunicador:
- ¡Goel! – gritaba ella - ¡Vete de ahí, pronto!
Yoloy estaba poniéndose de pie con dificultad cuando una sombra los cubrió a ambos, y el sonido de las alas cortando el viento y la tétrica risa que se escuchaba hizo que elevaran la vista, topándose con la imagen del miedo y la perdición. - ¡Hazte a un lado, pendejo inútil! – rugió Fobos, haciendo que el híbrido saliera por los aires y chocara con un trailer estacionado.
- Cuánto tiempo, Fobos. Te ves como siempre.
- Divinamente. Acabo de darle una golpiza a tus amigos y tu mujer, y ahora te toca a ti.
El héroe bien sabía que luego de gastar energía con Yoloy, el Lord Demonio tal vez lo vencería. Había que pensar qué hacer: dirigirlo a donde hicieran menos daño y pudieran someterlo. Mientras, la ayuda había llegado al lugar a donde atacó en primer lugar, atendiendo a los heridos. Subieron a overlappers y No-Amados, incluyendo a Melora y sus amigas, a las naves y los llevaron de vuelta a la base sin demora. Goel emprendió el vuelo y Fobos se lanzo tras él, seguidos además por los helicópteros de la policía que ya los habían identificado.
Yoloy fue recogido por efectivos de Overlap y trasladado a la Prisión de la Tristeza. Miguel llegó mientras lo aseguraban, y al ser informado que los combatientes se habían ido, alzó el vuelo nuevamente para alcanzarlos.
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Goel llegó al centro de la ciudad, descendiendo en el Hotel Monarquía. Comprobó que Fobos aun le perseguía y entró al estacionamiento subterráneo baja del hotel. Paso entre los coches estacionados ahí, y se topo súbitamente con siete hombres de trajes finos, que esperaban en la puerta de un elevador. Se sorprendieron con su presencia, y el líder entre ellos hizo un gesto de desprecio y gritó:
- ¡Es uno de esos fenómenos religiosos! ¡Uno de esos diablos! ¡Mátenlo!
- Maldita sea... -dijo Goel, esquivando los disparos de los seis hombres, llegando luego a las escaleras hasta estar fuera de su vista.
De todos los hoteles en la ciudad, Goel había escogido precisamente aquel en el que en ese momento estaban de paso los Apollion, organización criminal de renombre. El líder, Carlo Apollion, era un fugitivo también, y a pesar de haber cambiado su rostro seguía siendo reconocible ante ojos expertos. Sus hombres estaban en cada piso, y esos que estaban en el estacionamiento se disponían ya a perseguirlo, cuando Fobos hizo su estruendosa entrada, despedazando y arrojando los autos mientras rugía furiosamente.
- ¡Avísenle a los otros! – ordenó Carlo, mientras entraba junto con uno de sus hombres al ascensor – Ni éste ni el otro fenómeno deben salir vivos de aquí.
- Base – alcanzó a decir Goel al comunicador – El fugitivo Carlo Apollion está aquí. Diríjanse al Hotel Monarquía.
Se quedaron los otros, y luego de que se cerro la puerta, el Lord Demonio se lanzo en vuelo hacia ellos con sus gruesas alas extendidas, partiéndolos en dos al instante. Llegó a las escaleras, cuando Goel pateó su rostro con las dos piernas extendidas, haciéndolo caer.
- ¡Ven por mí, Fobos! – lo retó.
Carlo y sus hombres llegaron al penthouse. El jefe criminal aguardaba el helicóptero que iría a sacarlo de ahí, mientras que la policía había evacuado ya el hotel y lo rodeaba con todas sus unidades disponibles. Yael y Demone, aun heridos, decidieron ir también al lugar, que pronto se convirtió en un desastre cuando la policía, los criminales y los no humanos empezaron a enfrentarse entre sí.
Una llamarada que parecía una gigantesca lengua de fuego envolvió a todos los que estaban cerca. Fobos se mostró y siguió al jefe hasta la azote del hotel. Camino hacia él y le dijo:
- Goel. ¿Dónde esta Goel? Quiero a ese bastardo.
- ¿Quién? – preguntó Apollion, desconcertado.
- ¿De que hablas? – preguntó uno de los otros hombres – No te acerques, maldito anormal.
- Dije “Dónde está Goel” – señalo Fobos, arrancándole la cabeza al hombre – y creo que hable claro. ¡Entréguenmelo, humanos!
En eso, Miguel apareció en las alturas. Con rapidez increíble pasó entre ellos, tomando a cuantos criminales pudo, y los entregó abajo a la policía. Entretanto, Yael y Demone se reunían con Deneb y Adrel, registrando cada piso del hotel mientras resonaban los disparos de quienes se enfrentaban.
- ¡Adrel! – dijo Melkior a través de la frecuencia – Informa cuál es la situación.
- Créame, señor – contesto Adrel sin dejar de disparar – Tenemos aquí una guerra.
- Concéntrense en la captura del blanco primario.
Goel nuevamente intercambió golpes con el Lord demonio en la azotea, justo cuando un helicóptero militar de los Apollion recogió al jefe y a los hombres que quedaban. Cuando ya se alejaban, decidieron apuntar a donde los dos combatientes estaban, y dispararon hacia ellos. Los helicópteros de la policía abrieron fuego contra ellos, y en medio de esa confusión llegaron los otros cuatro No-Amados, apresurando a Goel a irse de ahí. Al quedar solo Fobos en la azotea, los Apollion dispararon sus misiles y destruyeron la parte superior del hotel, dañando además algunos pisos de mas abajo. Los No-Amados, aún en el aire, fueron sacudidos por la explosión, llegando aturdidos a tierra.
Miguel se reunió con los 5 valientes, luego de haberse entretenido en poner a salvo a la gente de los escombros que caían. Se estableció un perímetro mientras llegaba la ayuda adecuada, y se ponía bajo arresto a quienes faltaban. Por desgracia, tanto Fobos como Carlo fueron perdidos de vista.
‡
Al día siguiente, luego de presentar su reporte personalmente frente a Horas y Melkior, los No-Amados conversaban sobre lo ocurrido, y no dejaban de preguntarse que habría ocurrido con Fobos.
- ¿Creen que este muerto? – preguntó Yael.
- No ha muerto en otros ataques – dijo Demone – No creo que una explosión pueda acabarlo. Sabe que ahora que la CREC y Overlap están alerta por lo ocurrido ayer, lo que le conviene es evitar mostrarse.
- El Infierno está ya muy dividido – comentó Adrel – Los del lado diplomático no tienen trato con él. Seguiremos la pista hasta encontrarlo.
- Tanto para nada – se quejó Demone – No pudimos atrapar al infeliz.
- Tampoco fue nada... - le corrigió Deneb – Yoloy está preso. Mel y las otras están a salvo. Y tenemos ya un rastro reciente de Apollion. Si las circunstancias no favorecieron ésta vez, la próxima será distinto.
- Son tiempos difíciles, y los encaramos con la frente en alto – puntualizó Goel – Lo que debemos tener presente es que hay que estar con los ojos abiertos y siempre listos, pues Fobos y los que aman el Mal nunca duermen.
FIN
Las autoridades mundiales cambiaron su postura respecto a los ultraterrenos y su residencia en el planeta, y la aprehensión que envolvía a cada esfera de gobierno al fin parecía extinguirse. La ciudad de Goel y los otros sitios donde había sedes de Overlap en funcionamiento habían conservado la paz durante el largo proceso de debate que por mucho tiempo tensionó a los jefes del mundo. Una vez incorporados a sus actividades regulares, pronto se distrajeron todos del morbo y miedo incesante que en todas partes se podía ver.
Y mientras todose reajustaba, el Overlap #33 estaba en movimiento por una cierta operación secreta donde comisionaron al ángel No-Amado Adrel para buscar y capturar a Swen, el delegado del planeta Hybridia, junto con el mejor grupo de genetistas de ese lugar. Adrel movilizó a su unidad, logrando la pronta captura de todos ellos, y la destrucción de su laboratorio. Swen y los otros iban mudos mientras los transportaban en una nave hacia su destino.
Horas y Melkior estaban ahí de pie esperando a los prisioneros. Cuando Adrel bajó con ellos, comenzaron a quejarse al mismo tiempo, en un escándalo incesante:
- ¡Estás violando un gran numero de leyes, Horas! – reclamo Swen - ¡No nos puedes secuestrar! ¡Suéltanos ya!
- Cállate ya – le ordeno el overlapper que lo sujetaba – Solo hablarás si se te pide.
- Pónganlos en aislamiento – dijo Melkior.
Así lo hicieron, a pesar de sus protestas. Cuando entraron a las celdas les colocaron botas imán en los pies, y les hicieron entregar su ropa y pertenencias. Un rato después tenían ya a Swen en interrogatorio con Demone y Yael mientras los líderes observaban detrás del cristal.
- ¡Ya les dije que no sé de que me hablan! – tartamudeó Swen.
- Vamos a ver – le dijo Demone – Clonación no autorizada, accesorio para transportar seres fuera de su territorio autorizado...
- Ya sabemos que te vendiste con Tenebrios y Fobos, Swen – agregó Yael – Aquí no eres un diplomático ni alguien a quien respetar. Eres el sospechoso de un crimen.
Yael hizo una seña a su compañero, quien rápidamente activó un monitor, para que Swen viera documento tras documento en él. Luego de hacerlo, de inmediato comenzó a alegar inocencia. Demone le ignoró, encendiéndole un cigarro y otro para sí mismo. Swen fumó a bocanadas, temblando sin parar.
- ¿Todavía alegas inocencia, Swen? – preguntó Yael, estallando en cólera luego de haber transcurrido el tiempo – No te imaginas en problema en el que estás. Vas a cooperar con nosotros, o te juro que...
- Dame tu arma, Yael – dijo Demone, tendiendo la mano y acercándose al prisionero.
- ¿Qué me van a hacer? ¡Déjenme en paz, malditos locos!
Jaló al cautivo de sus ropas, llevándolo a un rincón. Overlap estaba actuando de esta forma debido a una operación ilegal que sabían que ocurrió en Hybridia, asistiendo a las operaciones del Infierno Salvaje. En cuanto a Swen, había razones de sobra para suponer su participación. Goel y Melora se hallaban ocupados, pero Yael y Demone podían manejarlo; o al menos eso afirmaban.
- ¡Híncate, ya! ¡Pedazo de mierda! – ordenó Demone, apuntándole.
- Sssii. - respondió Swen, obedeciendo al instante.
- Dime ahora si participaste en eso, y no mientas, porque lo sabré. No querrás que limpie tu pobre colon con este láser.
Como respuesta comenzó a llorar, reitero su inocencia, y se desmayo. Demone se enfureció visiblemente; golpeó la pared con el puño, agujerándola, y maldijo hasta el cansancio. Salieron del cuarto, y los overlappers llevaron a Swen arrastrando hasta su celda.
- Éste asegura que no sabe nada, General – dijo Demone en un susurro a Melkior.
- Horas se encargará del papeleo y las explicaciones ante la CREC. Nosotros tenemos que resolver ésto. Ya hay unidades ubicando a antiguos colaboradores de éstos individuos. Los quiero a ustedes también en esto.
- Tenemos la declaración de Delirio – comentó Yael – Hay lugares donde participa activamente la cohorte infernal, ya sea manejando el negocio o yendo a pasar un buen rato. No se mezclan con los vampiros, tampoco son bien vistos por los Dioses hostiles. Los híbridos están trabajando con los demonios.
- Den aviso a Goel y a Melora. Quedan suspendidos permisos para las líneas Élite de Overlap y de No-Amados... – ordenó el General.
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Goel y Melora solían disfrutar cada momento que pasaban juntos, aunque hubiera tormenta o un sol abrasador. Se abstraían del mundo perdiéndose en los ojos del otro, como en un cuento de amor.
Solo que ese particular otoño no era así. Ella atendía sus asignaciones de Overlap, al igual que él las propias. Con esas ocupaciones sobre sus hombros, maldecía el hecho de que hubiera algo que los alejara. Ese día salió a su trabajo entonces, tratando de pensar en otras cosas mientras volaba. Siempre era acompañado a muchas de éstas operaciones por Yael y Demone, o Adrel y Deneb. El camino que recorría ahora parecía revestirse de su propia tristeza, cuando pudo ser contactado por la base. Era ya noche, y como ya sabía por su propio aviso, Melora se preparaba para una fiesta esa noche con sus compañeras overlappers Monique y Margot. Y deliberadamente, decidieron estar inlocalizables, para realmente poder pasarla bien.
Tal vez fuera irracional el pensamiento de Goel, entregándose al miedo a que algo le sucediera a su amada, pues ella era poderosa y sabría cuidarse. Aún así, cada vez que Mel se iba él acostumbraba recluirse en la base de Overlap, en el Lugar No-Amado, perdido en sus pensamientos, recreando sus temores. Se ocupaba de algunos de sus deberes, y tornaba a acostarse. Luego despertaba a veces empapado en sudor, victima de las pesadillas que lo acosaban. La perdida de Melora y la miseria eran los dos fantasmas que rondaban su mundo onírico.
Y Goel ya no podía dormir.
Sus sueños quizá fueran proféticos, y se inquietaba al pensar que el enemigo en ellos tal vez iba ya tras la pista de la mujer que amaba. Ese terrible enemigo que al oír su nombre lograba helar la sangre de muchos:
Fobos.
- Él esta aquí, señor – le dijo Goel a Melkior cuando estuvieron frente a frente. – Jamás dejó el planeta. Ni siquiera el país.
- Por esto fue que te llamé, Goel – respondió – Y Melora no responde. No se le ha podido ubicar. ¿No estaba contigo?
- No. Voy a buscarla ahora mismo.
- Es un estado de emergencia. Demone y Yael van contigo, junto con un grupo de overlappers. Pónganla a salvo. ¡Y localicen al blanco y captúrenlo!
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- Es agradable poder desconectarse del mundo del trabajo, ¿no? – dijo Monique a gritos por la música a gran volumen.
- ¡Claro que sí! – contestó Margot, sentada a un lado de Melora.
Mel le sonrió a ambas, dio una fumada a su cigarrillo y probó su bebida. Había mucha gente reunida en la casa donde era la fiesta. Se apretujaban, algunos de pie y otros sentados en sillones o en donde pudieran. Comían, bebían y reían, charlando sobre trivialidades. Mientras ellas se divertían y abrazaban el dichoso furor de la desconexión del mundo de Overlap, los No-Amados volaban apresuradamente.
- ¿Yael? – dijo Goel a través de su comunicador.
- Aquí estoy – respondió este – Te escucho.
- Olvídense de esas porquerías de rastreadores miniatura. Traten de sentir el aura de las overlappers, y daremos con ellas.
- Esta bien. Seguimos al sector norte de la ciudad.
- Entendido. Fuera.
Al decir esto y dirigirse solo al sur, Goel suplico que Yael y Demone fueran de confianza esta vez. Desde que comenzó a notar desinterés en ambos, ya ni sabia si considerarlos de los No-Amados aun, pues tenían distracciones ahora que les hacía ser distintos a aquellos que fueron sus aliados en la guerra, tiempo atrás.
Melora, conversaba aún con sus compañeras. Daban su opinión sobre los asuntos del mundo, de Overlap, y de pronto se avocaban a las confesiones personales. Reían con picardía, sonrojándose de pronto con las bromas y comentarios subidos de tono. Y Monique, quien estaba asomándose por la ventana del cuarto en el segundo piso donde estaban, cambio de pronto su expresión:
Una siniestra figura volaba en dirección a la ventana por la que la overlapper se asomaba. El ser media fácilmente dos metros, y su torso desnudo y piel grisácea contrastaban con su cabello largo y rubio, que se sacudía por el aire. Las grandes alas en su espalda, como de una gárgola, se quedaron extendidas al precipitarse hacia la ventana, donde Monique no tuvo tiempo de reaccionar. El demonio se estrelló, arrastrando a Monique hasta la pared. En ese momento, Melora y Margot se hicieron y sacaron sus armas, cuando la gente empezó a gritar. Monique, desde el suelo aún, dijo a voz en cuello:
- ¡¡¡Fobos!!! ¡Es Fobos! ¡QUE SE VAYA LA GENTE DE AQUÍ! ¡Melora, Margot!
Las dos abrieron fuego contra él, pero replegó sus alas para detener el ataque, y ninguno de los disparos logró atravesar. Monique, quien seguía en el piso, intentó derribarlo sujetándolo de los pies, pero Fobos le dio un puntapié en el rostro tan fuerte que la lanzo hasta la calle. Los invitados a la fiesta huyeron en segundos, y era frustrante para las chicas ser las únicas overlappers que habían asistido a la reunión. Siguieron disparando, volando en pedazos el sonido, muebles, y todo lo demás.
- ¿Dónde está tu novio, Melora? – preguntó Fobos – Vengo a jugar con él, y contigo, claro.
- ¡Sueñas! – le gritó ella. - ¡Tienes boleto para el Asilo!
- ¡Mujeres imbéciles! – gritó el demonio con terrorífica voz, moviéndose hasta donde estaban las dos, y de un golpe con el puño las envió hasta la calle donde había caído también.
Tan grande era el escándalo que Goel, desde donde estaba, logró escucharlo y se dirigió hacia allá, pero otra figura que le observaba desde una azotea saltó de pronto y se aferró de su cuello, cayendo ambos sobre un automóvil estacionado en la calle. Cuando Goel iba a incorporarse, el atacante lo sujetó por detrás.
- ¿Te digo algo? – susurro la voz que a Goel le resulto conocida – Tu dolor es mi placer, y tu muerte la razón de mi existencia.
- Yoloy... - murmuró Goel entre dientes.
- Ssssiiiii...
- No tengo tiempo para esto, Yoloy. Ni siquiera para saber como diablos estas aquí si es que te volaron en pedazos. Quítate...
Se incorporó y emprendió el vuelo con el loco aun prendido de su cuello, mientras se forcejeaba para quitárselo de encima. El primer intento fue inútil, y lo siguiente fue volar hacia un lugar donde estaba el paso del tren, y ya ahí descendió a toda velocidad de espaldas, estrellando a Yoloy contra las vías, y fue así que se liberó.
‡
- Objetivo localizado – dijo Yael, quien volaba junto con Demone y los otros que les acompañaban.
- Situación hostil – agregó Demone por el comunicador – General, hemos confirmado la ubicación de Fobos.
- Procedan – ordenó Melkior – Tenemos noticia de que Goel localizó y está combatiendo a Yoloy cerca de ahí.
- No podemos hacer nada por él – dijeron – Está por su cuenta. ¡En formación! ¡Ataquen!
Las tres valientes mujeres golpeaban a Fobos con ímpetu, ya heridas por los brutales ataques del Lord Demonio. Sus armas se habían agotado, pero ya en el combate cuerpo a cuerpo se notaba que Fobos estaba ligeramente cansado. Golpeó en el vientre a Margot y la hizo caer, y al ocurrir esto, Melora vio al cielo e identificó a sus compañeros enfilándose contra el enemigo. Se hizo a un lado, y fue alcanzado por los guerreros, arrojándolo a 9 metros de donde estaba por el impacto. Se agruparon con Yael y Demone al frente, mientras Fobos se erguía, levitando, y emitió un rugido como el de un león aumentado hasta el infinito. Los vecinos, espantados, se refugiaron en sus casas al escuchar el escándalo que hizo incluso que las ventanas se rompieran y los cimientos de las construcciones temblaran. Comenzó a correr, embistiendo hacia sus oponentes.
- ¿Qué hacemos, Yael? – preguntaron nerviosos.
- ¿Ustedes que creen, idiotas? – dijo Yael - ¡Dispárenle al maldito!
Cada uno apuntó, y se inicio la lluvia de descargas. Fobos recibió el ataque, pero continuó avanzando hasta llegar a ellos, tomó con sus manos a cuantos pudo y los azotó a diestra y siniestra. Rompió sus armas y huesos con una rapidez increíble ante la mirada horrorizada de Melora, quien veía como sus compañeros daban alaridos de dolor, y se lanzó en su ayuda a pesar de sus propias heridas. Cuando ya solo Yael, Demone y Melora estaban de pie combatiéndolo, Fobos tomo su segundo aire y ataco mas ferozmente, Al caer los dos No-Amados, sujeto a Melora del cuello y la acercó a él, diciéndole:
- En realidad, no te voy a matar. Pero si persistes en ayudar a tu noviecito, lo haré. Fue un gozo pelear contigo... - y al decir estas ultimas palabras, la arrojó lejos.
La overlapper estaba aturdida y solo esperaba caer, alguien la sujetó y la puso en tierra suavemente. Melora volteo a verlo: alto, cabello plateado... y alas blancas.
- ¡Miguel! – dijo ella con dificultad.
- Me encargaré de Fobos, Melora – dijo el arcángel – Tus compañeros pueden dejar de pelear.
- ¡¿Tu?! – rió Fobos - ¿Tú vas a vencerme, niño bonito?
- Igual que vencí hace siglos al gusano a quien sirves – respondió Miguel.
El arcángel avanzó, listo para pelear. Mel dio un vistazo a la calle y contemplo toda la destrucción que habían provocado, y justo cuando parecía que se atacarían los dos, Fobos percibió que Goel estaba por ahí cerca, no perdió tiempo y emprendió el vuelo hacia allá, seguido inmediatamente por Miguel..
‡
Goel y Yoloy seguían en su lucha, y mientras se golpeaban, el héroe noto en su adversario las diferencias en su físico: su piel tenia escamas y color verde en algunas regiones, incluso en la cara. Su ropa era la de un ciudadano común, la cual seguramente le había arrebatado a algún pobre infeliz que mató. Era ya claro que quien asistió a Yoloy para salvarle de la muerte fue el mismo Fobos, y los híbridos habían dado asistencia al demonio para ocultarlo de la CREC y Overlap. La pelea era esta distinta; Goel demostraba que no había necesidad de armas para enfrentarlo.
- ¿Tienes problemas, Yoloy? ¿Qué distinto es cuando tu contrincante no esta atado, verdad?
- ¡Cállate, demonio de mierda!
Al elevarse ambos por los aires le dio al híbrido un rodillazo en el vientre, y al verlo doblarse, golpeo su nuca con ambas manos y lo mandó de nuevo a tierra. Estando Yoloy así tendido, Goel se detuvo al escuchar la voz de su amada en el comunicador:
- ¡Goel! – gritaba ella - ¡Vete de ahí, pronto!
Yoloy estaba poniéndose de pie con dificultad cuando una sombra los cubrió a ambos, y el sonido de las alas cortando el viento y la tétrica risa que se escuchaba hizo que elevaran la vista, topándose con la imagen del miedo y la perdición. - ¡Hazte a un lado, pendejo inútil! – rugió Fobos, haciendo que el híbrido saliera por los aires y chocara con un trailer estacionado.
- Cuánto tiempo, Fobos. Te ves como siempre.
- Divinamente. Acabo de darle una golpiza a tus amigos y tu mujer, y ahora te toca a ti.
El héroe bien sabía que luego de gastar energía con Yoloy, el Lord Demonio tal vez lo vencería. Había que pensar qué hacer: dirigirlo a donde hicieran menos daño y pudieran someterlo. Mientras, la ayuda había llegado al lugar a donde atacó en primer lugar, atendiendo a los heridos. Subieron a overlappers y No-Amados, incluyendo a Melora y sus amigas, a las naves y los llevaron de vuelta a la base sin demora. Goel emprendió el vuelo y Fobos se lanzo tras él, seguidos además por los helicópteros de la policía que ya los habían identificado.
Yoloy fue recogido por efectivos de Overlap y trasladado a la Prisión de la Tristeza. Miguel llegó mientras lo aseguraban, y al ser informado que los combatientes se habían ido, alzó el vuelo nuevamente para alcanzarlos.
‡
Goel llegó al centro de la ciudad, descendiendo en el Hotel Monarquía. Comprobó que Fobos aun le perseguía y entró al estacionamiento subterráneo baja del hotel. Paso entre los coches estacionados ahí, y se topo súbitamente con siete hombres de trajes finos, que esperaban en la puerta de un elevador. Se sorprendieron con su presencia, y el líder entre ellos hizo un gesto de desprecio y gritó:
- ¡Es uno de esos fenómenos religiosos! ¡Uno de esos diablos! ¡Mátenlo!
- Maldita sea... -dijo Goel, esquivando los disparos de los seis hombres, llegando luego a las escaleras hasta estar fuera de su vista.
De todos los hoteles en la ciudad, Goel había escogido precisamente aquel en el que en ese momento estaban de paso los Apollion, organización criminal de renombre. El líder, Carlo Apollion, era un fugitivo también, y a pesar de haber cambiado su rostro seguía siendo reconocible ante ojos expertos. Sus hombres estaban en cada piso, y esos que estaban en el estacionamiento se disponían ya a perseguirlo, cuando Fobos hizo su estruendosa entrada, despedazando y arrojando los autos mientras rugía furiosamente.
- ¡Avísenle a los otros! – ordenó Carlo, mientras entraba junto con uno de sus hombres al ascensor – Ni éste ni el otro fenómeno deben salir vivos de aquí.
- Base – alcanzó a decir Goel al comunicador – El fugitivo Carlo Apollion está aquí. Diríjanse al Hotel Monarquía.
Se quedaron los otros, y luego de que se cerro la puerta, el Lord Demonio se lanzo en vuelo hacia ellos con sus gruesas alas extendidas, partiéndolos en dos al instante. Llegó a las escaleras, cuando Goel pateó su rostro con las dos piernas extendidas, haciéndolo caer.
- ¡Ven por mí, Fobos! – lo retó.
Carlo y sus hombres llegaron al penthouse. El jefe criminal aguardaba el helicóptero que iría a sacarlo de ahí, mientras que la policía había evacuado ya el hotel y lo rodeaba con todas sus unidades disponibles. Yael y Demone, aun heridos, decidieron ir también al lugar, que pronto se convirtió en un desastre cuando la policía, los criminales y los no humanos empezaron a enfrentarse entre sí.
Una llamarada que parecía una gigantesca lengua de fuego envolvió a todos los que estaban cerca. Fobos se mostró y siguió al jefe hasta la azote del hotel. Camino hacia él y le dijo:
- Goel. ¿Dónde esta Goel? Quiero a ese bastardo.
- ¿Quién? – preguntó Apollion, desconcertado.
- ¿De que hablas? – preguntó uno de los otros hombres – No te acerques, maldito anormal.
- Dije “Dónde está Goel” – señalo Fobos, arrancándole la cabeza al hombre – y creo que hable claro. ¡Entréguenmelo, humanos!
En eso, Miguel apareció en las alturas. Con rapidez increíble pasó entre ellos, tomando a cuantos criminales pudo, y los entregó abajo a la policía. Entretanto, Yael y Demone se reunían con Deneb y Adrel, registrando cada piso del hotel mientras resonaban los disparos de quienes se enfrentaban.
- ¡Adrel! – dijo Melkior a través de la frecuencia – Informa cuál es la situación.
- Créame, señor – contesto Adrel sin dejar de disparar – Tenemos aquí una guerra.
- Concéntrense en la captura del blanco primario.
Goel nuevamente intercambió golpes con el Lord demonio en la azotea, justo cuando un helicóptero militar de los Apollion recogió al jefe y a los hombres que quedaban. Cuando ya se alejaban, decidieron apuntar a donde los dos combatientes estaban, y dispararon hacia ellos. Los helicópteros de la policía abrieron fuego contra ellos, y en medio de esa confusión llegaron los otros cuatro No-Amados, apresurando a Goel a irse de ahí. Al quedar solo Fobos en la azotea, los Apollion dispararon sus misiles y destruyeron la parte superior del hotel, dañando además algunos pisos de mas abajo. Los No-Amados, aún en el aire, fueron sacudidos por la explosión, llegando aturdidos a tierra.
Miguel se reunió con los 5 valientes, luego de haberse entretenido en poner a salvo a la gente de los escombros que caían. Se estableció un perímetro mientras llegaba la ayuda adecuada, y se ponía bajo arresto a quienes faltaban. Por desgracia, tanto Fobos como Carlo fueron perdidos de vista.
‡
Al día siguiente, luego de presentar su reporte personalmente frente a Horas y Melkior, los No-Amados conversaban sobre lo ocurrido, y no dejaban de preguntarse que habría ocurrido con Fobos.
- ¿Creen que este muerto? – preguntó Yael.
- No ha muerto en otros ataques – dijo Demone – No creo que una explosión pueda acabarlo. Sabe que ahora que la CREC y Overlap están alerta por lo ocurrido ayer, lo que le conviene es evitar mostrarse.
- El Infierno está ya muy dividido – comentó Adrel – Los del lado diplomático no tienen trato con él. Seguiremos la pista hasta encontrarlo.
- Tanto para nada – se quejó Demone – No pudimos atrapar al infeliz.
- Tampoco fue nada... - le corrigió Deneb – Yoloy está preso. Mel y las otras están a salvo. Y tenemos ya un rastro reciente de Apollion. Si las circunstancias no favorecieron ésta vez, la próxima será distinto.
- Son tiempos difíciles, y los encaramos con la frente en alto – puntualizó Goel – Lo que debemos tener presente es que hay que estar con los ojos abiertos y siempre listos, pues Fobos y los que aman el Mal nunca duermen.
FIN
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