Pide un deseo
Pide un deseo. Con detalle, en tu mente. Concéntrate en ello.
¿Ya? Recuerda, debe ser con la mayor concentración y detalle posible. Ahora pon toda tu fe en ese deseo a medida que lo piensas. Visualízalo como si ya se hubiera realizado, como si todo lo existente se reacomodara para que ocurra.
¿Listo? Bien, te tengo noticias: no se te va a cumplir.
Esas ridiculeces de pensamiento mágico sin tomar acción y estudiar mediante principios lógicos las cosas solo te llevarán al resultado inevitable de ver que no se cumple lo que quieres, mientras que a otros que sí trabajaron activamente sí les llegan resultados, en mayor o menor medida, pero les llegan.
Ve y haz las cosas. No estés solo deseando, o esperando que un ser invisible te dé las cosas. Ni siquiera entraré en la discusión de si él (o ellos) existe(n). El hecho es que tu deseo no les importa, tú y millones de personas al parecer no les importan tampoco. Y en ese mar de incertidumbre, el único que puede intentar cambiar lo que es y lo que tiene eres tú.
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