En esta ocasión vengo a compartir mis libros favoritos. Debo aclarar que, aunque me ha gustado leer desde niño, no me considero un conocedor ni lector empedernido. De hecho, detesto a esos intelectualoides que por pura pose te listan las obras que han leído en su vida y adquieren aires de superioridad, incluso hablando de manera forzada, y caminando como si sus pedos no olieran. Leer debe ser algo que nos enriquezca al saber más y a su vez nos entretenga y nos transporte a realidades y situaciones interesantes, pero de ninguna manera ha de ser un recurso para sentirse más que otros. Para eso, ya están los que se creen superiores por su afiliación política o religiosa, u otros más solo por la marca de ropa que usan. Imagínense, lo que menos necesitamos es más gente mamona.
Habiendo aclarado lo anterior, diré algo que mucha gente cree que me lo invento por quererme hacer el interesante, pero no es así. Y es que a mí me gustó leer desde primer año de primaria, y si bien me gustaban los cómics y juegos como a otros niños, también leí obras de autores conocidos, a pesar de mi corta edad. Un ejemplo es Romeo y Julieta de Shakespeare, Cujo, de Stephen King, y una antología de H.P. Lovecraft. Incluso intenté leer muchos otros, pero ahí sí estaba muy pequeño y no los supe apreciar; se me hicieron pesados y hasta la adolescencia es cuando los terminé. En fin, ya al paso del tiempo he llegado a tener, como todos, mis libros favoritos. Muchas veces no solo por la importancia de la obra y el autor en sí, sino por estar ligados de alguna manera a una época o recuerdo de mi vida que tiene importancia. Aquí les dejo mi lista, de menor a mayor:
10) El Fabricante de Lluvia
Incluso reseñé este libro antes. Me agrada porque es una lectura muy digerible, y a la vez entretenida. El personaje del Fabricante de Lluvia visto a través de Pete, quien es el narrador de la historia, nos enseña sobre la ciencia, la magia, y los terrenos en que no se puede distinguir una de otra. Pero sobre todo, enseña sobre el comportamiento humano y su lado más negativo.
9) El Fantasma de Canterville
Oscar Wilde maneja un humor refinado en éste que es uno de sus relatos más conocidos, un directo contraste con lo que eran los cuentos de fantasmas que existían ya en gran número y muchas veces con elementos repetitivos. Aquí se le da un giro a todo eso como solo el autor sabía hacer.
8) El Señor de los Anillos
La primera vez que tuve contacto con una obra de Tolkien fue con un libro ilustrado para niños que tenía las escenas de aquella película animada que se hizo de El Señor de los Anillos. Tiempo después leí el libro en sí, y me gustó de inmediato.
7) El Libro de la Selva
Leerlo fue lo que por primera vez me abrió los ojos a cómo Disney llegaba a pasarse a la hora de infantilizar y empaquetar bajo su sello obras que son más complejas y profundas, e incluso con lecciones a reflexionar. Una pena que la mayoría de la gente al pensar en Mowgli, Baloo, Bagheera, y Kaa, no sepan del sangriento combate en las Moradas Frías relatado en el libro, y solo los relacionen con, entre otras cosas, un Baloo animado bailando con una falda de hojas y un coco partido en la boca para disfrazarse simio.
6) La Divina Comedia
La primera versión que leí era en prosa y con unas ilustraciones magníficas. Era parte de la colección de mi padre, al igual que otros de esta lista.
5) Narraciones Extraordinarias
El maestro Edgar Allan Poe. ¿Qué puedo decir, que no haya sido ya dicho? Mi favorito entre los relatos de las Narraciones: El Barril de Amontillado. Me hacía fantasear, dejémoslo así, jaja.
4) El Sabueso de los Baskerville
Me encantan las obras de Conan Doyle sobre el más famoso de los detectives ficticios: Sherlock Holmes. Difícil escoger entre sus aventuras cuál es mi favorita, pero luego de meditarlo, me quedo con El Sabueso.
3) La Rebelión de los Ángeles
La obra de Anatole France que me llevó a cuestionar mis creencias espirituales a medida que leía sobre Mauricio y sus aventuras seductoras, y el ángel rebelde Arcadio y su ambiciosa lucha en contra del régimen de Dios. Lo que más impacto tuvo de la obra en mí es la parte de "El Relato del Jardinero". Recuerdo que después de leer La Rebelión de los Ángeles es cuando tuve interés en saber sobre Anton LaVey y la Biblia Satánica y también sobre Aleister Crowley y La Thelema.
2) Justina
Ah, el inolvidable Marqués de Sade. Ya he escrito sobre él antes, incluso acerca de piropos inspirados por él. Creo que Justina podría sin duda competir como el personaje ficticio más injustamente castigado y con peor suerte de la literatura en general.
1) El Lobo Estepario
Cuando leí ésta que es la obra más conocida de Hermann Hesse, en realidad me identifiqué con Harry Haller en mucho, mas no en todo. El Tractat del Lobo Estepario es algo para leer más de una vez y reflexionar. El problema desde aquél entonces que lo leí es que muchos de los pretenciosos que querían hacerse los interesantes se la pasaban diciendo que solo ellos eran verdaderos lobos esteparios, y llamando burgueses a todos, etcétera. Quienes gustan de la lectura conocen de sobra ese fenómeno: lo mismo pasa con los que al leer a Nietzsche gritaban a los cuatro vientos "yo soy el Superhombre", o las que luego de leer a Julio Cortázar se desquiciaban, y apenas las conocía uno y las oía hablar, pensaba: "Ah, qué demonios, otra ridícula más que se cree La Maga". Pero bueno, haciendo de lado a los falsos y demás cosas, el Lobo Estepario es una magnífica lectura sobre todo para quien se ha sentido en su vida como alguien que no encaja, o que piensa y actúa en nivel distinto al de la demás gente.