Este llamado ataque cibernético a iCloud de Apple ocurrió el 21 de agosto 2014, y tuvo otra invasión el 20 de septiembre. Luego de ocurrir esto, diversos intereses entraron al juego y se dejaron ver aprovechándose del mencionado escándalo. El más notorio fue la página www.emmayourethenext.com, una farsa creada por la empresa Rantic. Ahora, bajo un hashtag de convocatoria, dice que te unas al cierre de la web, donde se han publicado las fotos.
Como en todo escándalo en las noticias, las opiniones contrarias no se hacen esperar. ¿Qué pienso al respecto? Déjenme decírselos, punto por punto. Para que no quede en una opinión más sin elaborar o argumentar a partir de ésta.
Una acción es moral o inmoral por si misma, y esto no está condicionado a la personalidad, antecedentes, o rasgos del perpetrador o de la víctima. Si inicias, mediante una acción verbal o física, algo que directamente afecta para mal a tu víctima y la cadena se vuelve irreversible. El factor de daño e irreversibilidad son cosas clave para definir qué es erróneo por si mismo y qué es considerado así por el lugar o entorno social que lo dicta como incorrecto. Para más detalles sobre eso, no tienen mas que buscar la aplicación legal de Malum Prohibitum y Malum in Se en la red.
Opinan muchos que quienes han sido víctimas de esos robos y quedar expuestas cometieron una estupidez y deberían mejor no tomarse fotos así. Y sí, es verdad. Mucho mejor sería no tener material que te ponga en riesgo. Pero eso no te vuelve el culpable, ni el incitador. Es parecido a aquel muy escuchado argumento de que las mujeres vestidas provocativamente no deberían hacerlo, ya que se vuelven víctimas de agresión. Aplicando el pensamiento lógico y moral, es incorrecto señalarles de esa manera, pues por principio la garantía individual de bienestar y respeto les da el derecho a no ser violadas y/o insultadas. Y esto aplica desde la más recatada hasta la más ligera de piernas que se viste casi desnuda y anda de infiel alegremente (no estoy aludiendo a alguna conocida, se los juro... maldita chichona tentadora) por ahí. Y la última tiene el mismo derecho a que se le garantice su vida, salud, y libre tránsito en vía pública.
¿Quién es el culpable? Algo que podría parecer una pregunta muy fácil de responder se ha vuelto una maraña de voces que, cargadas de intentos huecos de lo que ellos consideran razonar, culpan a sitios web y a las celebridades (de paso a otros que ni vela en el entierro tienen, como quien dice) de todo el asunto. Y no, señores. No es defender o decir que el sitio o las artistas están libres de defectos, pero el origen de lo erróneo es claro: quienes robaron las fotos y las pusieron en circulación. Ya si las mismas víctimas sacaron provecho de la publicidad de esto o si fue así planeado desde un inicio, podemos dar vueltas para al final caer en lo mismo: el no respetar la privacidad de una persona o un lugar (físico o virtual) está mal. Tanto la mamá imprudente que entra sin tocar al cuarto de su hijo aunque se le ha pedido no hacerlo, como la pareja invasiva que entra a revisar el celular, correo, y redes sociales de la desafortunada persona que está a su lado; y el iCloud y las celebridades, oh sorpresa, tampoco son la excepción.
"Pero Strauffon, chinga tu madre culero, nadamás quieres poner de culpables a unos y se te olvidan los que ayudaron a propagarlo LOL #YOLO #SWAG". Aja, querido abortito de la Creación, están los que ayudaron a propagarlo. Dejé en claro hace unos párrafos que se trataba de señalar el origen, el acto que es indebido por si mismo y no condicionado a si otros lo aceptan o no. Ahora bien, ya que tenemos a nuestro culpable primario (esto me recuerda ese juego de CLUE. Los personajes como El Coronel Cocaína, ¿o cómo se llamaba?) vamos a lo siguiente: los facilitadores. ¿Saben qué es lo gracioso de la mayoría de la gente discutiendo sobre esto, tanto de un dichoso bando como el otro? Que no se necesita mucho para ver a través de ellos y notar lo frágiles que son sus convicciones, abiertas a cambiar de forma abrupta.
¿Qué quise decir con lo anterior? Simple. Algunos de los que se definen como el bando "bueno", indignados ante el hecho, gustan de las actrices que fueron expuestas. Siguen su trabajo, además de la obvia atracción. Ahora bien, si tan solo cambiamos a una de las chicas simpáticas de esa ecuación y ponemos a una que es suficientemente atractiva para que sus fotos generen interés y que sea odiada y criticada por muchas, verán que esos dizque indignados no protestarán, por lo menos no con la energía inicial, y muchos dirán que no importa puesto que esta vez se trata de alguien que no les agrada.
¿Dónde está esa línea entre lo correcto e incorrecto? ¿Dónde queda el límite entre el "no debe ocurrir" y el "si ocurre se lo merece"? No está en si la víctima es agradable o desagradable, si es famosa o casi desconocida. Está en el sentido común de todos, y la reacción colectiva. Lo erróneo de todo este asunto del #Celebgate es que los que aplauden lo hecho por el o los hackers chillarían de disgusto si les pasara a ellos o gente cercana que aprecian, y los que se dicen indignados por principio se echan de cabeza por si solos en cuanto uno les altera un poco el escenario.
No es por puritanismo (de lo que menos tengo en mi personalidad) o por "jotería", como dirían algunos. Vivimos en un mundo que enaltece y vuelve popular al delincuente y abusivo, que etiqueta como gracioso y simpático al inculto y vulgar, y da una gentil excusa todo eso porque a fin de cuentas "todos lo ven, todos lo hacen". No es algo nuevo, muchos años antes fueron las sex-tapes. Y tan incorrecto fue en ese como ahora.