Al paso incesante de eventos difíciles y noticias malas en el mundo durante estos últimos tiempos, en un mar de rumores y chismes diversos, fue una sorpresa para mí el encontrarme con tu nombre mencionado. Hice una segunda revisión, como ya sabes que me gusta hacer, comprobando el apellido y de que en realidad se tratara de ti. Y así era. Tú y yo no hablamos ya debido a que tú lo elegiste. No puedes decir que no hubo intentos de mi parte, y mucho más de uno solo, de solucionar esas cosas que cualquiera viéndolo con ojos de adulto con muchísimas experiencias ya en su andar se daría cuenta que no tenían importancia. Pero, ¡hey! así es la naturaleza del humano y de quienes-parecen-humanos: irse a extremos, creer que algo reparable en realidad no lo es, Tú elegiste ese modo particular de ver las cosas y a la vida misma. No podría recriminártelo, dado lo ya escrito en mi propia historia sobre cómo elegí ver y tratar al mundo y a la gente, de una forma radical no muy distinta a la tuya.
Ahora que he escuchado de ti por canales indirectos y sin que estuviera buscando saber nada, recordé que por ahí llegaste a andar. De pronto viendo mis redes sociales, o hasta visitando el blog. El blog... que por cierto, ¿sabías que al escribir esto, en este actual mes y año, llegó a 16 años? Caray, a mí mismo me asombra el número. 16. O en su número romano, que se ve aún mejor: XVI. Si fuera una mascota, sería una ya anciana. Y hasta aquí llegó. Pero basta de eso, no es lo que quieres saber, lo sé. No tomé como coincidencia el oír de ti y ver que entrabas a ver cosas mías a veces, así que te dejaré un mensaje que creo te convendrá oír. Ya sé qué estás pensando al leer esto: "¿Cómo sabe que estuve entrando a verlo aquí y allá?"; y no, no es ninguna cosa elaborada ni de otro mundo. En algunos casos hay herramientas simples que lo dejan ver, y en otros hay un rastro o señales no tan evidentes para la mayoría, pero ahí quedan.
Tampoco es que estuvieras visitándome o viendo mis cosas de forma tan continua, de todos modos. Te ganó la curiosidad o la añoranza de tiempos pasados donde las cosas eran mejores, y en ese tiempo ahí estaba yo en tu entorno, al igual que tú en el mío. No tengo duda de que sabrás que esto que escribo es para ti. Por eso es que aunque esté en un formato neutro al hablar de ti y en algunos momentos incomprensible y hasta sin sentido como los delirios de un lunático para la mayoría que lo llegue a leer, en tu caso será transparente y comprensible por completo. Así sabrás que eres tú a quien va dirigido, y no sin razón alguna o por solo un sentimentalismo o motivo emocional intrascendente. Tú sabrás leer entre líneas.
Algunos dicen que el mundo terminará en fuego. Me uniría a una pandilla de motociclistas, si tuviera amigos. Club, les llaman ahora. Pueden llamarles de muchas formas, a los agrupamientos de personas buscando convencerse de que no están solas, que están con alguien. Como con M. ¿Te acuerdas cuando te hablé de eso? Ah, te soy sincero: estoy en un 50/50 en cuanto a que te acuerdes de las cosas que te platiqué e incluso de las que viví con todo y que estuvieras tú ahí presente. La gente se olvida hasta de con quién coge y de aquellos que le salvaran la vida incluso. Se los encuentran y no es que finjan demencia, sino que en realidad su mente decidió filtrar gente para dar más espacio en su memoria a cosas que al parecer le interesan más. M, te decía. Si acaso te acuerdas de él, por ahí y desde entonces viene el hilo que nos lleva hasta lo que tengo que decirte.
Hubo 4 colocados en los puntos cardinales, una Cruz. Hubo otros distintos luego: 3, un Triángulo. Hubo 2 luego, como Géminis. Ah, y Las Musas estuvieron en el escenario. Cómo olvidar. Se habló de cada una lo suficiente. Lo que quedó de eso fue nada. Dejé "manejar" al Todo en Orden Camaradas, y como en esas historias de exitosos caídos en desgracia, me echó a perder todo. Como alguien que amontonara todos los recursos de uno en un rincón y les prendiera fuego. Nadie está a salvo. Ni de uno mismo. En especial ni de uno mismo.
Ah, pero antes del fuego, cuando aún estaba... bueno, mucho tiempo antes de todo esto. Ahí estaba. La Paloma en la banca en la plaza. "Ya tomé una decisión", decíamos Dryad y yo, y nos reíamos. Atila en realidad quería tener a la manzana, y llegué a ayudarle en su búsqueda. Una cabeza de venado con ojos de color morado brillando. Super conmigo, pero también otros. Lo vi negarse a sostenerle la puerta a una chica de ahí, y ese mismo día vi a otra hablando de él, de lo guapo que le parecía, de cuánto le gustaba. Nunca se lo mencioné cuando días después hablamos. Pero, ¿te digo algo? M era (o es) un ícono nadamás. Una pieza no tan importante como llegó a parecerme o como le hice ver. Lo que cuenta es el mensaje. Y oh, oooooh, créeme. Cuán importante no será el mensaje que al paso de tantos años y siendo algo colocado en la boca de alguien en mi vida que ni conociste jamás, te concierne y te afecta, al igual que a mi.
El pick. ¿Recuerdas lo del pick? Mh, no. Se te habrá olvidado también. Pero era divertido. Y justo, aparte. Agujero a otro universo. ¿El remix, recuerdas? Un clásico. Una tradición ahí en la habitación. La comida y bebida, la cerveza cuando se podía, y el remix. Tú sabes de todo eso. ¿Te acuerdas, o ya se te olvidó? Porque como dije, muchas cosas de mi las habrás olvidado ya: las que te conté solamente, y otras donde incluso estuviste también. Como cuando lloraste y ahí estuve yo. ¿Eso lo recuerdas? Mh, quién sabe. Lo escribiste alguna vez en algún lado, creo. Sería un e-mail, un mensaje SMS (todavía no existían aplicaciones como Whatsapp y similares), o a mano en algún diario privado tuyo, o es posible que en alguno de tus propios espacios en la red. Nos salvamos mutuamente, y en ocasiones nos salvaron otras personas.
Oh sí, Tú no necesitas ya que te rescaten. Lo has demostrado. Pero en ese tiempo en que yo estaba fuerte y bien, y el mundo no había caído aún en la espiral en la que actualmente está cayendo y se instala en la negación para evitar darse cuenta, sí, en ese tiempo sí que lo necesitaste. ¿Y si te dijera que vamos a necesitar de rescate otra vez? ¿De salvación? La real, no la burda ridiculez intangible que ofrecen grupos religiosos o en la actualidad grupos de ideologías radicales y de choque. Hablo de salvarnos en el sentido estricto y real de la palabra. Hablo de muchos otros rogando esa misma salvación una vez que ocurra, rogando el haber sabido tiempo antes de que todo se viniera encima. ¿Tú querrías? ¿Dirías "oh, como quisiera haber sabido antes, para tomar decisiones distintas"? ¿Tú harías eso? Sé que yo sí. Tengo diciendo eso mismo sobre mi vida en general en sus distintas fases, todo el tiempo. A ti te vi tomar las decisiones más acertadas y maduras, y otras veces todo lo opuesto. Es muy posible que dirías esa frase, esa súplica, ese "hubiera" que siempre duele y frustra.
Sí, de eso se trata esto, de una advertencia de lo que viene. Le escuché esa advertencia a gente del pasado. En el presente y al darme cuenta que sí se ve que ocurrirá, casi lloré de rabia e impotencia, como esa vez que lloraste por aquella cosa que te lastimó y se me grabó tu rostro enrojecido de inmediato. Lo que viene es algo para hacernos llorar a ti, a mí, y a muchos más. Velas de colores. Crujidos en las paredes. Ve los LIS, esos me recuerdan las pláticas y momentos que tuvimos. Lo que viene está hecho para borrar ese pasado y este presente.
Mi naturaleza. Te llegué a comentar también alguna vez. Paciencia, al final todo se conecta. Qué locura, qué ridiculez, llegaste a pensar. Los A, los H, y los D. Qué curiosa se ve la clasificación así, como los salones en la escuela. Pensaste que eran delirios, una bobería más de alguien que había visto tal vez muchas películas y leído muchos cómics. Ojalá así lo fuera. La verdad es que es muy, muy real. AHD es una fórmula conjunta. A, H, y D formados de la misma materia prima. La misma masa que ya por su lado adquirió distintas características. Nada tan sobrenatural y extraordinario como muchos durante tanto tiempo se han empeñado en hacer creer. Perros, lobos, y coyotes son canes. ¿Es el lobo algo sobrenatural a los ojos del perro? ¿Es su motivo para abrir el hocico para algo más que solo sacar la lengua y babear, y decir "wow, esa es otra versión separada de mi, o algo que hubiera podido o quizá aún pudiera llegar a ser"? Tal vez no te lo expliqué así aquellos días en que te conté eso y supiste las otras cosas de mi y mi historia. Tal vez por eso te costó tanto creer o tan solo incorporar todo eso a tu interacción conmigo.
Y ahora viene algo dicho por M en esos días. O algo puesto en su boca. Con lo de una plaga que haría a todos encerrarse acertó. Una sola chispa puede iniciar un fuego que consuma toda una pradera. Las atrocidades del yo. Lo que viene le sigue a eso. Pudiera ser que terminemos necesitando hacer equipo, tú y yo, una vez más. Debería...mmmh... ¿hacer plática trivial? Bla, bla. Creo que sí. Al menos hasta que sepa cómo dejarte dicho lo que tiene que decirse. Ya no bebo. No siempre bebía, pero cuando lo hacía, a veces terminé haciéndolo al lado de un excusado viejo.
En los tiempos clave, no tengo problema en contarlo: me dirigi a Dios pidiendo ayuda y por fortuna en ese entonces sí respondió. Agradecí y hasta la fecha lo agradezco. Es poco común que el dueño de la empresa #1 ayude al que estuvo en la empresa #2. Al parecer el número de peticiones era limitado, y les di uso. Y ahora no hay manera de que ni tú, ni yo, ni nadie le pidamos intervenir para detener el conflicto que viene. Ahí estuviste, ahí llegaste. Hubo momentos de paz y risas, y otros de conflicto y guerra. Esto que viene no es conflicto entre tú y yo, y ciertamente no es de risa. Somos monstruos. Todos mienten.. Iban en el tren dentro de uno de los vagones dos representaciones ficticias de a quienes desearía tener. Las dos sentadas sobre una caja. Una de ellas sentada frente a una belleza que le contaba que es una Leo.
Lo que viene lo encuentras si buscas con atención en el cuarto relato del hombre que no muere de forma sencilla. Lo encuentras además en las aventuras del robot que no es robot y que cree ayudar al mundo para acabar luego empeorándolo. Eso está en camino, y ya sea que nuestros caminos de nuevo se crucen y tengamos que colaborar o cada quien por su lado, esto te sugiero y tú sabes si seguirlo o no: es tiempo de aprender para lo que viene. ¿Qué aprender?, dirás. Oh, cómo me recuerda a aquella chica de negro fumando recargada en la pared ahí en la escuela. Al tipo de peinado de payaso riendo en clase mientras decía "encontré la felicidad". A la muda por elección propia. Todos queriendo saber qué debían aprender y qué no. Para ti y para mi ahora es fácil: lo que sirva para sobrevivir, apréndelo. Lo que sirva para defenderte, apréndelo. Lo que sirva para mejorar, preservar, dar, y salvar la vida, apréndelo. Y a su vez, aprende las cosas que hacen lo opuesto a todo eso. Porque otros lo aprenderán y se verán en situaciones donde dar uso a ese aprendizaje. Hay un elegante hombre con barba, vestido de traje, y apoyado en un bastón. Lo rodea un manto de agua, como al mismo Leviatán.
Solían gustarme cosas que de pronto un día dejé así sin más, por mucho que las disfrutaba. ¿Me gustan siquiera los bombones, aún? Me acuerdo de las cosas que te gustaban a ti. De las comunes hasta las poco convencionales. Eso hacía que nos lleváramos bien e hiciéramos buen equipo; aunque no fueran muchos los gustos en común, los había.
¿Recuerdas eso que hablamos sobre la gente dura y fría que tarde o temprano terminaba dando apretones de mejillas y hablando con voz aguda e infantil? Sí, qué cursi. Lo de esas idas al centro, eso tal vez te viene a la memoria más fácil. O puede que no, quién sabe. El foco azul, la calavera al pecho. La chica linda diciendo "vamos a necesitar dinero", para momentos después decir "¿Sabes lo que tal vez necesitamos los dos? Terapia. Tú por tu carrera lo tienes que saber, lo tienes que reconocer". Tan cliché, y por ende, tan común y frecuente.
Solo con ese aprendizaje es que tendrás con qué defenderte. Vaya, defenderte. Digo eso y recuerdo cómo te vi hacerlo finalmente de cosas y personas de las que en un principio no querías hacerlo. Te vi con el orgullo a flor de piel. Hubo otros retos, en unos estuviste para atestiguarlos, otros no. Sabios y compasivos, unos. Otros no. Cuando el evento venga, no muchos serán asi. Creo casi nadie. Mutila, Destroza, Aniquila, "Nukea". El KI, ¿De eso te acuerdas, o tampoco? Bueno, yo hablaba mucho de eso en su vigencia, y años después cuando ya no estuvo. Había conejos, caracoles, zorros, jabalíes. El Maple también lo recuerdo, y aquél otro donde vaya, hasta Frank Zappa estaba ahí de pie justo enmedio. No se ve eso siempre. Ahí en eso al menos se me cumplió el ser inmortal. No así en este presente, tan frágiles tú y yo y todos, que aquí me tienes, dejando esto para que lo leas, y pronto, espero. Antes de la masa de un millón de ojos, bocas, brazos, y piernas. Antes de la gran caída y el gran apagón. El viejo lobo corrió al lado mío cuando el río me arrastraba, y me tendió el tótem mismo para que me sujetara de él y pudiera salir.
Ahora ya no veo a ese viejo lobo, pero sí hay otros. Y aún como cuando niño, he necesitado aún que me sacaran de la violenta corriente. Así nos necesitarán otros a ti y a mi, y quién sabe, tal vez necesitaremos uno del otro al llegar lo que viene. Diez Cuatro, dicen unos, y entendido. Cinco Tres, dicen otros. Yo digo Veinte Treinta y Uno y Cero. El grupo fue, pero ya no es porque no quisieron seguir siendo. La vida es todos los géneros: acción, comedia, drama, y demás. De los Pilares, queda solo uno, al cual atesoro y valoro como nada. Sé que cuando ese último de los Pilares ya no esté, me afectará demasiado, me derrumbaré tal vez para ya no levantarme. Pero mientras eso no suceda, aquí estoy dispuesto a planear y seguir. Y defenderme de lo que viene. Trae tus herramientas, tu conocimiento y talento ese tan particular que adquiriste dentro y fuera de la escuela, y sobre todo tu voluntad, para cuando sea el momento. Yo intentaré lograr ese aprendizaje y preparación del que te acabo de hablar. Ah, reharé la Summa con métodos modernos, así al menos quedará registro bajo tierra, roca, agua, o hielo de lo que fue y fuimos. De la plaga viene la carencia, de la carencia viene luego el evento. Y sí, como puede que tengamos que hacer equipo para defendernos, existe la posibilidad de que no. Pero de todos modos, prepárate y sobrevive. ¿Lo lograremos? El tiempo dirá. Me voy, me voy ya. Nos vemos cuando llegue la hora de los gritos.