Tipos de Jefes en el Trabajo (Aventuras de Spawny)
ANUNCIADOR: Damas y caballeros, con ustedes, Spawny !!!
Lo prometido es deuda. Sin duda recordarán que prometí hablar sobre los tipos de jefes que hay en un trabajo. Empecemos determinando lo que un jefe es. Por definición es quien dirige un grupo u operación orientada a un resultado o fin en diversos ámbitos. Se esperaría de él una actitud madura y una forma justa de administrar al personal, evitando favoritismos y orientado siempre a una dinámica sana de trabajo, donde ejerciera su autoridad con ética, para beneplácito de sus subordinados.
Claro, ¡ja! Y quizá luego de eso, yo pueda ir al Cielo y pegarle a Dios.
Ya sé, ya sé. Algunos quieren decir: "¡Pero Spawny! Mi jefe(a) no es así, es a toda madre". Claro, pero debes tomar en cuenta el tiempo que tiene en su puesto y cuáles son sus motivos para supuestamente ser tu adorable jefe jefecito. Como los políticos, quizá lo hace pensando en pronto poder brincar como saltamontes a otro puesto. O bien, si tus dotes físicos tienen alguna cosa de notable, ya podrás sin problema sumar dos más dos y deducir la razón.
No, mis amigos. Les diré algo; son tres infiernos los más terribles: El Infierno de la Enfermedad, el de la Esclavitud/Dependencia, y el Laboral. Al Ser Supremo mil gracias que los primeros dos no son conocidos por mi, y me fulmine un rayo antes que así sea. Pero en el tercero he paseado, yo, Spawny, engendro en los Valles de los Asalariados, Veterano de las Tierras de los Pocosueldo, soldado venido a menos. Con esos ojitos que Dios les dio lean sobre estos jefes que sin duda ya se toparon alguna vez, o si no en algún momento los encontrarán. Ah, y un pequeño detalle más: los perfiles son combinables, y cuando te encuentres con un jefe que sea híbrido de dos o más de las categorías, te sorprenderá cuán malo puede ser.
1) EL DICTADOR
Un hijo de puta tan grande, que luego de ser parido y darse cuenta que efectivamente su madre era tal, se apresuró a convertirse en su alcahuete y que hiciera caso a su voluntad. El autoritarismo de éste cabrón es tan inmenso que cuando era lactante, él creía que todas las tetas del mundo eran para él. Busca siempre su beneficio. Disfraza ésto con juntas donde supuestamente escucha la opinión de otros en cuanto a cambios, políticas, y procedimientos, las cuales en realidad le importan menos que el mojón que cagó hace tres meses. Les alienta a que envien correos electrónicos con sus inquietudes e inconformidades, mas ésto lo hace para estudiar a cada uno y tenerles en la lista negra, para más adelante poseer armas para hacerles la vida imposible y/o despedirlos. Su verdadero slogan, oculto ante su máscara de profesionalismo y madurez, es: "Porque lo digo yo, y te chingas".
Peor aún si se te ocurre saltar jerarquías y reportarlo con SU jefe, porque éste invariablemente es o un valemadres, o un pusilánime de poca monta, con lo cual ten por seguro que tu acusación llegará a oídos del dictador, quien buscará hacerle a tu integridad laboral el equivalente a lo que el gobierno le hace a la Constitución: limpiarse el culo con ella.
2) EL "METAS"
No, no es ningún albur. Éste también es fácil de reconocer:
EL METAS: Spawny?
SPAWNY: Si?
EL METAS: En lo que va del mes estamos a 30% de nuestra meta en (Mames), además estamos muy altos en nuestros números en la métrica de (Chupas), y de todos los equipos somos los que vamos más bajos en (Putas).
SPAWNY: Ajá...
EL METAS: Necesito que me digas qué estamos, o qué NO estamos haciendo, y cuál es el compromiso que vamos a hacer el día de hoy...
Cuando éste jefe llega a esa parte de su conversación, hace que se te revuelva el estómago. Y pronto te queda en claro que estará siempre repitiendo "Estamos en meta" o "Nos falta tanto para meta". Exasperante. El tipo carece del suficiente sentido común para entender que estar jode y jode con eso no le va a dar los resultados que busca, y que debiera buscar una forma innovadora y verdaderamente motivante para poner a trabajar a la perrada. En vez de eso, seguirá con esa cantaleta de las metas una y otra y otra vez hasta el fin de los tiempos.
3) EL MOTIVADOR OPTIMISTA
Para obtener una imagen mental de cómo es éste, imagina que mutilan hasta ser pedacitos a todos esos motivadores ridículos que ves intentando vender sus libros y discos llenos de palabrería rebuscada y soluciones obvias. Mezclas todo eso en una asquerosa sopa, y le añades la mediocridad única que tiene un empleado estancado que se siente realizado porque le dieron un puesto arriba de los demás. Ése es el motivador optimista. Sus juntas con su equipo pueden incluir una o todas de las siguientes barrabasadas:
- Escoger un nombre para el equipo. (Seguramente los empleados estarán muy tranquilos al saber que su nómina esta siendo manejada por "Los Cumbiancheros de Paquito")
- Dar "detallitos" por lo bien que vas (No alcanza a comprender que más parece una falta de respeto que por tu desempeño vaya y te regale un pinche chocolate, como si fueras un niño. En vez de eso, debería otorgar su recomendación para ayudarte a escalar puestos. Cosa que, por supuesto, no sucederá a menos que le sigas el juego al 100% en todo.)
- Programar reunioncitas. Invariablemente el decidir dónde y cuándo es reservado para él y su círculo de allegados. Pero no debe apurarte si no eres incluido en la invitación, pues tales eventos son más aburridos que trabajar de taxidermista. Regularmente son pobres diablos instalados en la pretensión de que son de muy alta clase, lo cual si así fuera, otra clase de empleo muy superior tendrían.
- Repartir documentos inútiles, pegotes para las mamparas y/o escritorios, y correos. Es un afán constante en demostrar que está motivando a su gente, por lo que antes que te des cuenta estás invadido con toda esa basura que en nada ayuda y, al contrario, estorba.
No debes dejarte engañar, pues detrás de su fachada y su sonrisa, es alguien que reprime una gran cantidad de ira. Y puede representar problemas.
4) EL "GALÁN" ACOSADOR
Salvo sus muy raras excepciones, este tiene de galán lo que Madonna de virgen. Es la competencia directa del subordinado que tiene el mismo perfil, pero extrañamente, su naturaleza patanesca hace que los dos se lleven bien. Hablador por excelencia, lo hallarás casi siempre aplastando media nalga en el escritorio de alguna de las compañeras guapas, platicando con ella mientras muestra una sonrisa más falsa que las de los comerciales de pasta dental.
5) EL HUEVÓN
HUEVÓN: zzzz...
SPAWNY: Oye. Hey.
HUEVÓN: ¿Eh?
SPAWNY: ¿Ya arreglaste lo de los mil pesos menos que me salieron de mi quincena?
HUEVÓN: Ah...ah...este... déjame lo mando, al rato te digo.
SPAWNY: No chingues, ya tengo 7 días que te avisé.
Llega tarde, o incluso falta. Tiene siempre una excusa. Se duerme en horas de trabajo, y se le olvidan las cosas. Se sale a su hora de comida y se tarda una eternidad en regresar. Pobre de ti si llega a haber un error en tu nómina o algo más, pues si dependes de él como primer contacto, da de una vez por hecho que no te va a arreglar nada. Tienes que recordarle muchas veces para que tal vez se acuerde y lo haga. Se pone a jugar en su computadora, andar hablando por celular o mensajeando, viendo páginas de estupideces en internet, o platicando. Todo menos trabajar. Pero eso sí, se espera que tú rindas al máximo, aunque estés por tu cuenta.
6) EL POCOFINO
Naco hasta la médula de sus huesos. No le menciones grupo o género musical fuera de lo más rural en el estado donde vive, porque ni te entenderá. Si le mencionas a The Beatles, te dirá que le hables de Emilio Navaira y de Pesado y entonces te pondrá atención. Futbolero de corazón, se la pasará comentando que su equipillo va a traer a Fulano o a Sutano, para mamarse de billetes y jugar como le dé su gana, pero la emoción le llega con solo pronunciar el nombre del jugadorcete en cuestión. Te cuenta relatos de cantinas, palenques, y otros sitios a donde gusta de ir con la gente silvestre.
Seamos indulgentes: es con el que más fácilmente podrás llevarte bien. Es el más buena onda, siendo sinceros. Suele ser buena persona. Basta con una sonrisa o una ligera risa ante sus chistes o relatos, y nunca te tendrá mala voluntad, a pesar de que ambos sean muy diferentes.
7) EL "POWER GAY"
Cuidado con éste. Puede verse muy manito, risueño y bromista, pero es toda una perra (o como se diría en su dialecto, una "pesha"). El contacto que hace con los hombres envuelve de pronto algo físico, como dejar la mano sobre el hombro del subordinado, acercársele mucho para hablar con él, o mirarlo fijamente. Pero no es que esté insinuándosele, como alguien podria prejuiciosamente pensar. Lo que está haciendo es calarlo. Mide actitud, seguridad, y velocidad de respuesta en la persona. Así sabe quién de ellos será su zorra, cuál es el que solo quiere quedar bien, quién lo desprecia por ser gay, y quiénes son trabajadores estándar sin mayor cualidad. Toda esta información le permite tomar sus decisiones futuras.
Aproximarse a él para asuntos de trabajo requiere decisión y carácter, pues desde el primer día que ocupa su puesto se sentirá la Reina Madre, y debe saber que aunque no lo odias por como es, tampoco te sientes intimidado y estás consciente de tu valor como persona y capacidad, y nadie, ni heterosexual u homosexual con corona de "rey de la oficina" te va a hacer pensar diferente.
Cabe aclarar algo: no todo jefe gay es necesariamente el Power Gay. Varios jefes gay son buena onda y justos, y puedes llevarte bien con ellos (he conocido a algunos que han sido siempre respetuosos y de buena conversación) pero siempre es un reto saber si es alivianado o si se trata de este mal jefe en particular, y cuando eres de recien ingreso en algun lugar de trabajo, hay que estudiarlo, porque ahora si que hay que saber si "es o no es".
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Seguramente vienen a tu mente otras clasificaciones más, pero éstas son las principales. Las Primeras Razas, si pudiéramos decirles de alguna forma. Analiza al jefe que tienes en mente con otra clasificación y verás que su esencia es alguna de éstas Siete. Lamentablemente, con la excepción del Pocofino, no hay estrategia segura sobre como manejarlos y tenerlos en el bolsillo. Requiere ingenio para, sin convertirte en un lamebotas, sobrellevarlos dia a dia y, a la larga, poder contar con ellos a tu favor.
Su amigo Spawny se despide ahora, dejándoles con una de sus frases de cruda verdad: "Hoy que trabajaste perdiste un día de vida más, y a su vez contribuiste otro poco a hacer más rico a otro cabrón". ¡Adiooooos!
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