Los propósitos más difíciles de cumplir

1) Dejar de fumar

Está cabrón. Especialmente con la influencia de los amigos, cuando estás en alguna fiesta o peda. No falta el que ve que, aunque estás tratando de dejarlo, se pone a chingar con que "te eches solo uno, y no seas..."

Y si caes ante su presión, puede que después te sientas un tipo sin voluntad. No se trata solo de luchar contra la adicción al tabaco, sino contra la presión social que encontrarás a veces hasta en tu propia casa.

Ah, y no olvidemos el factor trabajo. Cuando tu empleo es tan estresante que refuerza las ganas de tomarte un descanso e ir a echar humo como chimenea.

2) Bajar de peso

Por todos lados puedes ver que promocionan dietas y métodos. Dieta de la Zona, Dieta de la Manzana, Dieta de Cero Carbohidratos, Dieta de su Chingada y Rebomba Madre. ¡Cagante!

No por el hecho de ver que un cabrón que era gordo como una morsa y bajó un chingo de peso comiendo solo sandwiches Subway vas a motivarte (y menos cuando ves qué clase de persona resultó ser ese que llamaban "héroe" solo por perder kilos). Y por desgracia, muchos somos tan necios (por no decir pendejos) que aún teniendo la información a la mano sobre los riesgos de salud relativos a sobrepeso y obesidad, nos vale un carajo y seguimos tragando tanta porquería que hasta a un cerdo en su chiquero le quitaríamos las ganas de comer.

"Es cuestión de motivación", dirán algunos. En efecto, pero la motivación es de lo más indefinido y variable que existe. De toda la gente que he conocido, ¿saben quiénes son los que han logrado su cometido de bajar de peso y no tener el famoso rebote? Aquellos cuya motivación tiene que ver con resentimiento o venganza, o aquellos que tienen algún tipo de trastorno mental.

Es increíble, que gente que quiere bajar de peso solo por darle en la madre a su ex-pareja la proxima vez que se encuentren, o gente paranoide que cree que debe estar en forma porque Diosito condenará a los glotones, o los extraterrestres o zombies capturarán primero a los más gordos, logra mayor éxito en bajar de peso y mantenerse equilibrado que otros.

3) Ahorrar

Este es el talón de Aquiles de muchos mexicanos. Al grado de tener que recurrir a esas pendejadas llamadas "tandas".

Para quienes no estén familiarizados con el concepto, se trata de juntar a un montón de cabrones sin cerebro y sin autocontrol de sus recursos, y aportan una cantidad cada cierto tiempo (usualmente por quincena, depende de cómo les paguen), el total de ese dinero reunido se lo otorgan a quien le toque, y todos los participantes están numerados. Todo esto se lleva a cabo de modo informal, y en ocasiones no todos los de la "tanda" se conocen entre sí.

Pendejada en extremo, digo yo. En cualquier momento la gente puede fingir demencia y hacer que te quedes sin lo que aportaste, y serás una persona con menos neuronas... y también menos dinero, con pocas posibilidades de recuperarlo.

Otro método es guardar en el banco el dinero, o en algún otro lugar seguro. Pero ese maldito afán consumidor, ese afán de confundir el Querer con el Necesitar, el deseo de que el atiborrarte de cosas sea sinónimo de estatus y tranquilidad... llega a casi todos. Y se necesita de un estado superior de conciencia para rechazarlo.

4) Admitir la necesidad de atención médica/psicológica

Entiéndanlo de una buena vez: acudir a terapia psicológica NO significa estar loco, NO significa ser débil, y NO es denigrante.

De la misma forma que tu cuerpo debe filtrar y expulsar lo que no sirve o le daña, lo mismo aplica para tu estado emocional. Hacerte el fuerte y sentirte el chingón no te servirá de nada, ya que las presiones y cosas malas de la vida seguirán igual de fuertes cada día... y en cambio tú no. Otórgate la oportunidad de apartarte de ello, que alguien te escuche, y te proporcione estrategias para manejar las cosas.

Sobre lo médico, creo que está de sobra explicarlo. "Es que tenía un síntoma notorio, pero me quise esperar un año para ver si se quitaba". Por favor, un poco de sentido común, gente.

5) Hacer valer sus propios derechos

Sin faltar al respeto a tus padres o tutores, hacerles entender que no eres su juguete ni su personaje de juego RPG para que decidan por ti y se inmiscuyan en todo.

Expresar claramente a tu pareja que una cosa es pedir respeto y fidelidad, y otra es invadir el espacio y tiempo libre a los cuales tienes derecho, y que no tiene por qué quitarte.

Hacer entender a amigos, conocidos, compañeros de trabajo y otros, que tienes tus gustos e ideas particulares, y aunque en algunas cosas serás flexible y de mente abierta, en otras te mantendrás firme y deben entenderlo (así seas el único ateo entre cien creyentes, o el único vegetariano en una peda con carne asada).