Cada cierto tiempo se reaviva una controversia, un debate que de pronto es convertido en pleito e involucra a dos elementos de gran presencia en la humanidad: la ciencia, y el humanismo, la filosofía, y de paso hasta a las artes les llega a tocar.
En ese pleito, el cual la mayoría hemos visto en algún lado, es común la polarización. Cada parte toma una postura en que defiende a capa y espada el que considera que es "su lado", y minimiza la importancia o veracidad del otro. Palabras se dicen aquí y allá, citando autores y enunciando aquello que consideran aplastará al lado contrario. Se reaviva el "fuego" aquí cada que alguna personalidad importante de alguna de las facciones hace una declaración pública en torno a la otra parte.
Lo anterior se ve normalmente entre los contrarios comunes, como intelectuales ateos y religiosos, partidos políticos de derecha y los de izquierda, los pro y contra de los temas polémicos. Lamentablemente sucede también entre aquellos que proclaman ser representantes del pensamiento y el conocimiento mismo.
No se trata en la presente entrada de elaborar un tratado extenso, sino de hacer lo que - dicho sea de paso - esos antagonistas extremos rara vez hacen: ir al punto de forma breve, sin una carga excesiva de citas o tecnicismos, y buscando dar a cada lado su justo tiempo.
Estableciendo criterios
La única forma de conocer y aprender de distintas corrientes, culturas, elementos presentes en la existencia; es no estar casado con la idea de prejuicio y filtraje que se nos haya impuesto por la facción con la que estamos, o con la que sentimos estar.
El verdadero científico es el que sigue dicha metodología de investigación, comprobación, y constante renovación de evidencia para aportar el conocimiento de primera mano a la humanidad, trasladándolo a las multiples aplicaciones que pueda llegar a tener.
El verdadero humanista en sus distintas ramificaciones de carrera o disciplina respeta lo que el pensamiento es y logra, el flujo de las ideas y sus varias formas de manifestarse, y el mundo que le presenta una infinita oportunidad de aprendizaje y de reflexión en cuanto a qué se es, qué puede llegarse a ser, y el valor intrínseco de los demás individuos, cosas, y fenómenos.
Definí los dos anteriores para que quede claro de una vez: aquí no es sobre los que son a medias, o pretenden ser de uno u otro lado. El religioso mutilador o editor de textos a conveniencia, el motivador de cursos de autoayuda explotador de soluciones obvias, el magufo por excelencia, no son humanistas en modo alguno ni pertenecientes a la rama filosófico-social, aun teniendo un titulo de tal o cual universidad. De la misma manera que un médico realizando prácticas ilícitas y riesgosas vinculadas al delito y además valiéndose del fraude y supersticiones de la gente no podria ser considerado una digna representación de su carrera, Medicina, y menos aún de la ciencia en general.
¿Qué quise decir con lo primero, cuando dije lo de prejuicio y filtraje? Ejemplificando: un individuo de formación enteramente científica de carácter ortodoxo dificilmente apreciará al humanismo, si en el curso de su aprendizaje (no solo en la carrera, sino mucho antes) le han inculcado las creencias prejuiciosas de que "un filósofo es un desempleado flojo que solo quiere andar contemplando cosas, un profesional de ciencias sociales es de una mal llamada ciencia que es igual a ser brujo vendedor de hierbas y lector de tarot en un mercado, un egresado de Letras será siempre mal pagado o en un futuro trabajará en otra cosa también mal pagada que además es un trabajo que adolescentes pueden hacer" y otras cosas.
Para el otro lado aplica la misma regla. Visualizar al hombre de ciencia como un bastardo sin corazón ni sentimientos es generalizar demasiado. De la misma forma que entre humanistas existe el genuino y el charlatán desviado sin moral, entre hombres de ciencia hay quienes otorgan justo respeto al papel de todos y su entorno, y otros que basan su propia autoestima profesional en intentar atacar a los que estén fuera del estricto y cuadrado perfil que ellos han decidido, en su particular posición, apreciar.
Puntos en cuanto a ciencia y filosofía
Si el concepto de diálogo no se mantiene a un nivel civil y respetuoso en la mente de cada uno de estos "bandos", es ir en contra de los mismos principios que dicen defender. Claro, una avalancha de citas de autores saldría de ellos para intentar echar por tierra lo que acabo de decir, acompañado de una que otra mentada de madre.
Y aún así, seguiría siendo la verdad. Den un vistazo a los pleitos que se hacen en la red. Muchos, que saben que la actitud madura debe conservarse, participan brevemente o se retiran cuando no se ha logrado suficiente cooperación de los otros participantes. Pero los otros, los que quieren sentirse en el universo de Star Wars y que andan peleándose con sables láser, analicen sus ataques y verán que se alejan de la forma correcta de debatir, que es la siguiente:
El salto a conclusiones por la impetuosidad que les domina se nota en estos que se ostentan como divulgadores de la ciencia, o de la filosofía. Y es algo que los precursores y figuras notables de las ramas que toman cual bandera no hicieron.
• Albert Einstein estuvo expuesto a una educación de escuela católica. La fuerte influencia de la religión en la época temprana de su vida, y buen tiempo después los conceptos de Estado fuerte y engrandecimiento mediante depuración y estrictas normas que predicaba el Nacional-Socialismo son dos cosas con las que tuvo que lidiar.
Se dio la oportunidad de conocerles a fondo, explorar no solo la superficie de sus ideas, aportaciones, y proyección a futuro. Cuando se decidió a rechazar esas dos formas de creencia y autoridad, las conocía mucho mejor que los que se decían sus exponentes. Tuvo siempre presente la importancia de la psicología de las masas, y la importancia del entorno y cultura donde uno esté asentado e intentando divulgar sus teorías científicas.
• Aristóteles es reconocido por sus amplias aportaciones y postulados, pero enfoquémonos aquí en una cosa: el concepto del alma, que de sus predecesores venía ya la definición de ésta como lo que hace pensar, sentir, y moverse. El elemento condicionado y esencial para el surgimiento de la Idea, explicado por Platón. Con Aristóteles quedaba definido que si un ojo fuera el ser vivo, la vista sería su alma. El Alma (Mente), Psique, condicionada a la materia, y viceversa. La Materia; ¿les suena? ¿Qué disciplina científica les viene a la mente cuando se menciona eso?
Como aclaré, no se trata de inundar esto con menciones de autores. Pero siéntanse en libertad de verlo ustedes mismos, y esos nombres famosos tienen tras de si vidas en que obtuvieron la justa medida de lo científico y lo del pensamiento y reflexión del ser. No faltará el que diga que eso fue por los modestos recursos del pasado, o que aún asi no es tan importante. Pero está bien; el intelectualoide de redes sociales suele hacer eso, justo como los fanáticos religiosos y de otra especie: minimizar los datos otorgados mediante falacias o con una respuesta emocionalmente cargada.
Y de las celebridades a favor de uno u otro lado
Neil DeGrasse Tyson es conocido mayormente en estos dias, es penoso decir, por ese absurdo meme en el que sale levantando las manos y diciendo "Ay si". Nunca he dado compartir a eso, y me rehúso a poner una imagen. De todos modos, no hace falta. Ya miles contribuyeron a hacer de esa simpleza algo conocido. Tal es la suerte que muchos grandes en ese ámbito deben correr: que se les reconozca ahí pero no en el mundo "de fuera", el cotidiano.
Empezó a reconocérsele otra vez fuera del ambiente estrictamente cientifico y más a los ojos del individuo común, con el relanzamiento de Cosmos en marzo del 2014, y la nostalgia generada por la memoria de Carl Sagan. Una atinada decisión. El programa significa el suficiente impacto para reavivar el gusto por la astronomía y divulgación científica, contribuyendo a que se frene en cierto grado la profileración de programas y documentales al estilo de Alienígenas Ancestrales, y otros.
El escándalo ocurrido por las declaraciones de DeGrasse Tyson y la respuesta de Massimo Pigliucci fue la excusa perfecta para ver en todas partes renacer ese conocido pleito del que hemos hablado en el transcurso de esta entrada. El señor DeGrasse Tyson demeritó a la filosofía, llamándola algo inutil, y aconsejando a los estudiantes que la evitaran.
Por supuesto, los argumentos sobre la verdadera intención del comentario están ahí. Si en realidad quiso decir otra cosa o fue tal cual, se puede especular mas no tener la certeza si no se es la persona misma. Lo innegable es que se trata del mismo hombre que antes declaró que eran dos filosofías las que le impulsaban: saber más del mundo de lo que sabía ayer, y aminorar el sufrimiento de otros. Tales palabras, salidas de su boca, enmarcaban perfectamente el saber-pensar-sentir. Como dije: la razón de haber dicho una cosa y después la otra, solo él sabe.
Aquí hago una pausa, porque probablemente alguien se quedó con la curiosidad de por qué tanto énfasis de mi parte en mencionar: Humanismo. Y si alguno de los peleoneros de las facciones radicales está leyéndolo también, de seguro se estaba preparando para usar eso para decir que estoy, en términos coloquiales: pegándole a la mamada.
El motivo es que el Humanismo está presente aún tras bambalinas, y muchos siguen dicho valor pro-filosófico e intelectual, aún sin saberlo o instalarse en la negación de éste. Otros lo aceptan, felices de formar parte de dicho movimiento universal y no ser como otros que se pegan etiquetas de tal o cual corriente llamativa, posmoderna, o improvisada, justo como lo haría algún despistado de identidad sumergiéndose en el mar de sub-géneros de música o de ropa de moda, por ejemplo. "¡Qué importa conocerles a fondo, el que en su exterior y por encima me acomode, ese tiene que ser!"
En la evolución del Humanismo durante la historia, la razón humana en conjunto con la actividad intelectual y analítica (la investigación) destacaron como lo sumamente necesario de fomentar. Y se valieron de la intervención de los mecenas, aquellos patrocinadores que pusieron no solo el dinero, sino también la adecuada promoción necesaria para la divulgación del saber y el fomento a actividad intelectual que acabo de referenciar. El círculo humanista lo admitió, aceptando como norma que dentro de la busqueda del saber y el ánimo hacia el mejoramiento continuo era benéfico y hasta necesario el contar con fama, prestigio, y difusión.
¿Será que en el presente tenemos un ejemplo de eso mismo, lo mencionado en el anterior párrafo? Tal vez en unas imágenes, déjenme intentar:
Concluyo haciendo mención de ambos "poderes", que muchos han convertido en su justificación para pelear: la ciencia busca y obtiene eficazmente el conocimiento nuevo y las actualizaciones del existente; los recursos filosóficos son los que facultan al hombre a estructurar, categorizar, y difundir dichos conocimientos obtenidos. Provocar un conflicto entre ésto es, decididamente, contrario a la razón.
Siempre he pensado que negar la filosofía es negar a la razón misma, negar la reflexión y caer en el cientismo de los pseudescepticos o negacionistas.
ResponderBorrarRecuerdo el caso concreto de Andrés Oppenheimer proponiendo erradicar a la filosofía de las universidades.
Yo es que no podría pensar eliminar la filosofía. La una sin la otra, no hay nada tajante en la vida. Todo es un equilibrio.
ResponderBorrarEl post deja algo muy bueno, el esquema del debate jeee es que es maravilloso, ya desearía que muchos lo usen. Me lo llevo para utilizarlo cada que pueda.
Besos y abrazos Rev., nos estamos leyendo.
Es difícil ponerte a hablar, si es que se le puede llamar así, con una persona que cree que siempre tiene la razón aunque no sea fundamentado su punto (como en la mayoría de los casos). El hecho de que te digan: ese es TU punto de vista, hace que te retuerzas del coraje y veas que no vale la pena entrar en ningún tipo de discusión-plática con esa gente.
ResponderBorrarPor eso, cuando no tengo conocimiento basto de algún tema, mejor lo digo, antes de quedarme con cara de idiota y/o entablando una conversación que no deje una retroalimentación, que eso debería de ser la base de cualquier conversación.
Saludos!!!
Es mucho lo que se puede aprender de este tipo de "confrontación."
ResponderBorrarUn verdadero científico no creo que menosprecie a ninguna otra ciencia, y lo mismo digo de un auténtico humanista. Se respetan. Aunque igual piensen distinto en alguna materia en otras pueden estar de acuerdo.
ResponderBorrarTodos ellos saben que cuánto más diverso y amplio sea tu conocimiento mucho mejor. Lo que sucede es que el tiempo es limitado y ellos van, científicos y humanistas, concentrándose en su campo.
Los mediocres o muy jóvenes pueden caer en el menosprecio. Los primeros nunca destacarán y los segundos irán entendiendo que todas las ciencias son importantes. No hay una más prestigiosa que otra.
Es mi pensar, al menos, :)
Besos.
Eliminar la filosofìa serìa el error màs grande cometido por el hombre, pues de ella vivimos cada dia.
ResponderBorrarun abrazo
fus
Muy cierto lo que dices. Actualmente se entiende la ciencia y la religión como incompatibles, pero de origen eran una sola y casi todos los que cimentaron las bases trabajaban para una y otra indistintamente
ResponderBorrarla ciencia tiene se erige sobre ideas filosóficas como el realismo y materialismo, el objetivismo, la posibilidad de conocer el mundo, el escepticismo metodológico, y algunos agregan la temporalidad de la verdad obtenida.
ResponderBorrarPor esto bunge dice que desde los fundamentos, la religión y pseudociencia son opuestas a la ciencia.
La filosofía es el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje. Al abordar estos problemas, la filosofía se distingue del misticismo, la mitología y la religión por su énfasis en los argumentos racionales, y de la ciencia porque generalmente lleva adelante sus investigaciones de una manera no empírica, sea mediante el análisis conceptual, los experimentos mentales, la especulación u otros métodos a priori, aunque sin desconocer la importancia de los datos empíricos.
ResponderBorrarLa filosofía occidental ha tenido una profunda influencia y se ha visto profundamente influida por la ciencia, la religión y la política occidental. Muchos filósofos importantes fueron a la vez grandes científicos, teólogos o políticos, y algunas nociones fundamentales de estas disciplinas todavía son objeto de estudio filosófico. Esta superoposición entre disciplinas se debe a que la filosofía es una disciplina muy amplia. En la actualidad sin embargo y desde el siglo XIX, la mayoría de filósofos han restringido su área de investigación, y se caracterizan por estudiar las cuestiones más fundamentales y generales.