El café no es de mis bebidas favoritas. Y no tienen que recordarme sus propiedades, sus millones de fans, y hasta las propiedades saludables que en tal o cual estudio le han encontrado. Es solo que no es de mis bebidas acostumbradas por más de un motivo; y dudo que a estas alturas eso pueda cambiar.
Aún con lo anterior, sí he aprovechado al café para lo mismo que muchos: intentar neutralizar la cruda, mantenerme despierto para estudiar o trabajar, matar el tiempo mientras espero a que ocurra algo o llegue alguien, y en sí suplir cual bateador emergente a las bebidas de mi gusto cuando no están a la mano por algun motivo.
Cuando Starbucks entró a México, y en particular a mi ciudad, se esparció como siempre lo hace: de forma efectiva y notoria. Hay que reconocérselos: saben como hacer de cualquier chingaderita algo rentable. Y según leí por ahi hace tiempo, está dentro de las empresas donde supuestamente es más chido trabajar. No sé si sea verdad o sea un dato manipulado y comprado como parte de su extendido marketing. Solo los que ahi trabajan saben qué tan bueno o malo es.
Empecé aclarando mi opinion sobre el café, porque uno debe ser transparente a la hora de opinar sobre algo que gusta a muchos. O dicho sea de otra manera: aclarar desde un principio que no soy experto ni gran aficionado al café, antes de que algún mequetrefe pelagatos diga "Pues criticas a Starbucks y no sé con qué cara, si tú ni sabes de café, bla bla..." y así. En efecto, no soy experto, pero (contrario a lo que la mayoria de conflictivos respondones creen) eso no invalida mi opinión. No solo el médico puede opinar sobre enfermedades, no sólo el economista puede hablar de dinero y recursos manejados, etcétera.
¿Y cuál es esa opinion? Ya se la imaginan: me desagrada mucho de lo que tiene que ver con Starbucks, aunque reconozco que sí lo consumo de vez en cuando. Me cae mal sobre todo ese afán de la gente de elevarlo a nivel de una especie de santuario, de lugar divino donde les dan sus bebidas mágicas equiparables a la ambrosía. Y sobre todo, esos nombrecitos. Detesto esos nombrecitos.
¿Cuáles? Creo que pueden deducirlo; esa maña de nombrar una cosa de forma sofisticada, y venderlo a un precio excesivo. No son ellos los únicos ni primeros en hacer esa práctica. Y se hace no solo en la venta de productos, sino hasta en los puestos de trabajo. Por ejemplo, el hecho de que "secretaria" pasara a ser "asistente ejecutiva junior" o alguna mamada así, y por el hecho del titulo, esperan que se conformen con el pedacito de caca que ofrecen de pago.
En Starbucks es justo así. No puede uno pedir ya un sencillo café con leche en vaso grande. Ah no, tienes que pedir tu "MokaMega Caca-chino Violator Mames... Venti"; ¡o sea! Y ni hablar de los pseudointelectuales, hipsters, y posers de toda indole que han hecho de esos lugares sus cuarteles. ¿Les digo algo? Le tengo más respeto a los que se la pasan en el table dance haciéndose locos con una o dos cervezas sin acabárselas, para aparentar el consumo minimo. Al menos ellos son sinceros en su guarrez.
Puedo darme la vuelta cuando alguien más desea ir, y alguna vez comprar una cosa para no ser el unico que no está bebiendo algo. Pero decididamente no es mi opción ir al lugar del logo de la mentada sirena rara. Su menú, tipo de gente que visita, y otras cosas, son más pesadas incluso de lo que el café lo es a mi estómago.
Ah, ¿no mencioné eso? La gastritis que me viene a veces. Esos dolores son tan horribles como recibir una mamada de un cocodrilo. Entre las cosas pesadas ingeridas y los corajes por gente detestable, puedo acabar en el hospital. ¿Ir a Starbucks, al "Estrelladólares"? Rarísima vez, debido a lo que acabo de comentar.
jajajaja buenísima crítica!
ResponderBorrarPues justo estaba tomando un café con leche, porque a mí si me gusta el café, mientras estaba disfrutando de él y de tus palabras.
Solo fui una vez al susodicho porque me llamaba la atención tanto éxito. De aquella yo vivía en Londres y recuerdo a mi compañero decirle a la camarera "just coffe, please", ya bastante cabreado, jaja
No volví ni pienso y el café quedó intacto encima de la mesa porque ¡no había dios que lo tragara!
Joder, yo no bebo esa mierda ni borracha!
Un fuerte abrazo.
La gente va solo para que digan "he estado en starbucks" la foto respectiva o el check que estan alli y listo!. Prefiero Juan Valdez o mi propio cafe....pero asi es el ser consumista si britney o taylor swift va o compran en cierto lugar yo tmbien jajaja
ResponderBorrarYo soy un verdadero fanático del café. Nunca me ha llamado la atención el starbucks y las pocas ocasiones que me he tomado un café de ahí es porque me lo regalaron y sabes, no vale ni de cerca su precio. La prueba de calidad nomás no!!!
ResponderBorrarUn gusto leerte mientras tomo una taza de café najá de la sierra lacandona mi buen amigo!!!...
A mi me fascina el café, pero no por eso pago un precio exorbitante por el, si voy a pagar, prefiero hacerlo en alguna cafetería local, sin nombres rebuscados y sin gente mamona. Saludos!!
ResponderBorrarHay tantas cosas que me molestan del concepto de Starfucks... Podemos mencionar la pedantería que exhiben tanto sus clientes como sus técnicas para vender sus productos. Los hipsters y los niños fresas que se visten con sus mejores para ir a tomar un café de 70 pesos. El que su cafe más pequeño, de apenas 400 mililitros cueste 70 pesos. Los nombres rebuscados y faroles que les ponen a sus productos.
ResponderBorrarDios, es como una especie de zona de mamonería y pretensión que existe en una dimensión paralela a la nuestra.
Saludos, mi estimado. Buen post...
gagagagagagaga chingonn chingon estimado quien seas, yo si soy admirador del cafe, cafe con leche, café expreso largo mi mejor.
ResponderBorrarA mi si me gusta el frapuchino caramelo venti pero solo voy cuando me lo va a invitar alguien.
ResponderBorrarEscribo esto tomandome una bonafina
starbucks sólo es una marca que nos la metieron en entrecejo porque a unos corredores de bolsa se les ocurria ac udir por antes de llegar a su oficina en pleno wall street
ResponderBorrary por eso pagas cantidades ridiculas por un vaso
no me disgusta pero, tampoco voy porque se me antoje...
el caf{e siempre es café depende lapercepción , la manera de disfrutarlo y hasta la compañia.
:P
El Ipad, Iphone, todas las Imamadas, junto con Starbucks y costumbres hipsters o similares son provenientes de otras culturas a las que muchos consideran superiores y luego las adoptan por la falta de identidad.
ResponderBorrara veces que si se paga demás por cualquier huevadita que ponen, y siempre le critiqué a mi ex su mania de ir ahi a que lo vean detras de una luna como en un zoo, pero tiene algo de encanto, aunque mejor y más rico tomarlo en casita, un café pasadito traído de la selva peruana
ResponderBorrarjajaja buena critica, te soy sincero, no voy a ese lugar por que el café no sabe tanto a café como se debiera de esperar, es mas el aroma y los saborizantes, pero bueno, no te miento también he degustado varias veces sus productos y gracias a ello puedo dar mi humilde opinión, aunque muchas veces el gusto de un producto lo asociamos con algún buen recuerdo, aun así no me quedo con esa cadena.
ResponderBorrarA mí tampoco me gusta ir ahí y también odio los nombrecitos.
ResponderBorrarMe sabe mucho más rico mi taza de café soluble en la mañana que los que he consumido ahí (mis amigas casi siempre me citan ahí).
¿Y 50 pesos por una rebanada de un pastelillo insípido? Paso.
Muy divertido el texto. Aquí también el Starbucks se ha puesto de moda hace varios años. Yo en realidad no voy, aunque sí me gusta tomar café. Usualmente voy a otros lugares (Arábiga, Bisseti) donde lo que encuentras es café orgánico en vez de esa mentalidad corporativa estadounidense que todo lo marketea.
ResponderBorrarPues el café es bueno o no. Simplemente lo de Starbucks será (como tu lo aclaras precisamente) sólo moda, postureo y apariencias.
ResponderBorrarUna meca para pseudointelectuales y socialistas de sofá.
Starbucks solo llegó para demostrar que el estatus se puede comprar en forma de vasito. Lo innegagle es que es un éxito rotundo más allá de la calidad de este.
ResponderBorrarComo cualquier empresa que se precie, Starbucks quiso realizar un minucioso reconocimiento del campo de batalla antes de comenzar a diseñar un plan de negocio, expansión y desarrollo en este nuevo contexto. Encargó, por tanto, a dos grandes e importantes agencias que realizaran sendos estudios de mercado antes de tomar la difícil decisión de intentar hacer su incursión en el Imperio del Te.
ResponderBorrarLos datos arrojados por los análisis desarrollados por cada una de estas dos empresas fueron, como no podía ser de otra manera, los esperados. En China nadie bebía café. Pero lo verdaderamente interesante fueron las diferentes conclusiones a las que llegaron los encargados de elaborar estos minuciosos estudios de mercado.
Uno de ellos afirmaba que, en base a todos los datos obtenidos tras el muestreo, las estadísticas y las encuestas realizadas, intentar entrar en este mercado era totalmente inviable. "En China nadie bebe café". Por tanto, "al no existir un consumo habitual de café no existen potenciales clientes para encajar el producto que tratamos de vender".
El otro estudio, por el contrario, llegó a una conclusión sorprendentemente distinta. Afirmó sin ningún atisbo de duda que Starbucks debía comenzar a desarrollar de inmediato un plan de actuación para abrir establecimientos en China. Y la principal razón para sostener un argumento tan diametralmente opuesto fue exactamente la misma que la del anterior estudio de mercado. "En China nadie bebe café". Por tanto, "al no existir un consumo habitual de café, China es un escenario de negocio perfecto ya que no existe competencia y todos los ciudadanos son potenciales futuros consumidores".
Donde unos vieron un fin, otros vieron un potencial principio.