A éstas alturas, dudo que haya alguien que no conozca lo que es Playboy, o "la revista del conejito" como ridículamente le dicen en algunos canales de televisión del país, en vez de mencionar un nombre que a fin de cuentas es ya mundialmente conocido.
La revista fundada por el señor Hugh Hefner es famosa por las mujeres hermosas en sus páginas, y en menor medida por los artículos, chistes, y detalles adicionales que le volvían una revista erótico-cultural en vez de ser únicamente de desnudos, o pornográfica, como su competencia directa Hustler, del señor Flynt.
De niño, era común que los papás de todos, incluyendo el propio, tuvieran sus revistas y películas por ahi escondidas. Ese intento de ponerle lo 'spicy' a la relación con la señora, quizá; o más bien para verlas por su cuenta e imaginar que intercambiaba a la esposa por una conejita. Sea cual fuere la razón, ese tesoro de cachondez estaba en varias casas. Era menester de los que en ese entonces éramos jovenzuelos el ponernos a buscarlo, como si se tratase del Santo Grial.
La primera vez que vi una revista Playboy fue a los once o doce años. No me acuerdo mucho de los detalles de ésta, ya que le siguieron varias. Hay quienes conservan valiosas colecciones de Playboy de años anteriores, y tal vez recuerdan cuándo leyeron algunas de ellas, y me parece excelente. En mi caso, creo que le di un poco menos de importancia que otros.
Ah, ya sé qué estás pensando, lector: "el mamón éste va a decir que no le gustaba". Alto, no dije eso. Por supuesto que me agradaba, y en ciertas cosas la pornografía me llamó la atención también en su momento. Pero lo que si es cierto es que no cai en el morbo ni obsesión porque ya habia tenido "la plática" con mis padres. Y los menciono a ambos, porque siendo ambos de carrera de área médica, y viniendo de una familia donde predominan médicos y enfermeras, decidieron cada uno hablar conmigo sobre la sexualidad, el material pornográfico, bla-bla.
¿Que cómo me sentía? Agradecido por su interés, y a la vez incómodo. Tal vez recuerden a Jim en American Pie:
Pero yo no me cogí a un pie (pay, en español, ok) o a cosa de repostería alguna, aclaro. Y bueno, el tema de Playboy salió a la conversación ya que según ellos "era lógico de pensar". Lo cual era puro pedo; era obvio que habian escuchado las pláticas de los escuincles que en ese entonces iban a mi casa, y es bien sabido que no todos saben modular la voz o escoger los temas apropiados para cada lugar.
Me dieron entonces un libro de introducción a la sexualidad, de autores españoles. Lo leí. Al terminar, quise leer otro entre los libros de medicina de mi padre, un tomo condensado de sexología. Aunque no quiso, poco tiempo después lo tomé. Mientras los demás veian solo las revistas Playboy, Hustler y otras, yo si tuve oportunidad de complementarlo de forma cientifica. Asi que desde niño conocí sobre Freud, Krafft-Ebbing, y otros autores. Y aunque no entendiera todo aún, me esforzaba por lo menos.
Ya con esa mentalidad un poco más informada, creo pude apreciar más la revista Playboy en su totalidad: como algo erótico y llamativo, con mujeres que todos quisieramos tener, y su complemento cultural de entretenimiento. Para entonces, va ocurriendo que me descubren con una de las revistas. Ahi en mi cuarto. Ah, ya sé, piensan que me estaba masturbando. No, para nada. Y aquí viene lo que más dificil se les hará de creer: en ese instante no estaba viendo las fotos de las chicas, estaba leyendo uno de los artículos.
¡Es verdad! Imagino su cara de incredulidad. Ya sé que es el pretexto por excelencia, utilizado por décadas: "Es que la veo por los articulos". Pero nunca dije que ese fuera mi motivo; yo lo veia por las chicas desnudas Y aparte por los articulos también. ¿Qué gano con engañarlos? Y coincidió que en ese momento estaba leyendo la entrevista a la celebridad invitada en ese mes: Leslie Nielsen.
He aquí una imagen de aquella portada con él y las chicas:
El pero que puso mi madre al respecto no fue por mi, sino por mi hermano. Bah, poco tiempo después ya estaba el internet para ver cosas más cachondas y menos artísticas y culturales. Pero aun asi, tomó esa y otras revistas que tenia por ahi mi padre (unas pocas, y bastante salteadas, tampoco tenia una montaña de colección con números consecutivos) y fue recortándolas una a una al ver que el material del que estaban hechas no permitía que se quemaran tan facil.
Oh, espantosa mutilación de revistas. Imagen tan triste y desoladora. Solo le falto una cartulina con un mensaje escrito con marcador: "Pa' que aprendan a respetar", y ahí se acabó. Alcancé a rescatar otras revistas que eran de fantasía erótica, animadas, temiendo que el furor de madre sobreprotectora de su polluelo fuera a alcanzarlas también.
Mala onda, de verdad. Me cortaron mi fantasía de visitar la mansión y tirar rollo con las playmates. Tiempo después vi recreada esa fantasía de muchos, aqui y allá; como en el video de Justin Timberlake y el Nelly, de la canción "Work it":
Tiempo después, como sabemos, la red hizo caer en gran medida a las revistas. De hecho, Playboy se salvó gracias a la nueva dirección de la hija de Hefner, quien tomó las riendas debido a la edad avanzada de su padre, e incursionó en otras áreas y sacó a flote su negocio. Por cierto, nunca compré una por mi cuenta. Siempre llegaron a mis manos a través de buenos samaritanos o gracias a la ciega y descuidada estrategia de tal o cual padre de familia a la hora de esconder sus cosas cachondas.
Pero vaya, aún digo que no era algo para escandalizar o crear un tabú. Creo que en el papel de padre, me habria preocupado más de haber encontrado a mi hijo leyendo Guns&Ammo, o La Atalaya de los Testigos de Jehová. He dicho.
Recuerdo en mi secundaria.... tener a dos amigas unapor cierto bastante hábil y muy valiente para decifrar tabus o cualquier cosa que nos prohibieran en esa epoca...
ResponderBorrarrecuerdo que nos convenció con mucha astucia ir a un videoclub y rentar una peli de esas de adultos.... sinceramente no me daba mucha buena pinta acudir a un lugar lejos de casa y el encargado gordo y seguramente con 10 años mas que nosotras acceder a permitirnos tener cualquier material pero poniendo alguna condición aarte del dinero....
sali por piernas... y de hecho salimos las tres por decepcionarnos de no llevar suficiente.
mi padre y mi madre jamás lo supieron supongo que hubiera sido mejor tener una revista. escondida...
La pornografia tambien enseña, mientras quien la vea sepa diferenciar entre el morbo y el erotismo.
ResponderBorrarVer objetivamente siempre sera un reto ante imagenes sexuales y de muerte.
Les recomiendo los libros de Xaviera Hollander, sobretodo el de Xaviera,sexo y fantasia... no es la grandilocuencia gramaticamente hablando pero es entretenido y algunos capitulos instructivos y divertidos... felices lecturas.
Vaya relato, verás, yo soy de esos jóvenes de los cuales nunca leyó una playboy. Yo y mis amigos -al vivir en un pequeño pueblo- jamás tuvimos acceso a ese material literario, sólo conocíamos de su existencia por las referencias que películas y en menor medida, la tv nos dieron-
ResponderBorrarYa en la universidad, por amigos y demás, conocimos revistas de la misma línea (o intentos más o menos logrados) como Mango, Soho y FHM. Me das tu opinión respecto de las alternativas a la revista del conejito.
Ahora con internet, la cosa cambia y como dices bien, hay artículos bastante interesantes, si bien todavía vende la imagen de las Playmates.
Saludos.
Sinceramente en mi familia no hay tabu... mis dos hermanos menores tenian una sola regla (no dejar nada a la vista de mi hermana pequeña) y pienso al igual que tu, no me preocuparia para nada si encontrara revistas de este tipo en la habitacion de mis hijos (con dos hermanos ya estoy mas que vacunada jajajaj).
ResponderBorrarUn abrazo y feliz domingo Alex.
The Indian Savage Diary
jajaja
ResponderBorrarcomo cambian los tiempos, una revista de esas muchas veces pasaria por recatada comparado a las cosas que hoy en dia cualquier mozalbecete puede ver por internet
Hola Aexander, gracias por tus visitas a mi blog.
ResponderBorrarTu entrada es muy, muy interesante. Como lo habrás ya entendido al entrar en mi blog, el erotismo me gusta, y creo que hay que establecer la diferencia entre erotismo y pornografía. La pornografía, siempre según mi criterio, trata la sexualidad de manera más grotesca, el erotismo despierta la sensualidad, sin tener que animalizarla,y para mi es bello. Hay tanto que decir sobre el tema.
Y yo dispongo de tan poco tiempo, pero intentaré pasarme por aquí siempre que me sea posible.
Saludos.
Muchas gracias por el link, jejeje. Excelente post.
ResponderBorrarSaludos.
Mi estimado colega, quizas yo tambien era parte de ese selecto grupo que leia toda la revista, igual fueron pocas, fueron mas del estilo de FHM, Maxim, H enrre otras que se me hacian mas eroticas que pornograficas, quizas por el hecho de echar a volar un poco la imaginación lejos de que fuera algo prohibido, igual me ha gustado la literatura erotica, ya para finalizar quizas el cuerpo de una mujer sin erotismo solamente es un cuerpo...
ResponderBorrarYo tampoco te voy a querer engañar pero la verdad es que no tuve mucho interés en eso en mi infancia o adolescencia. Claro, llegué a ver varias y me llegaron a prestar algunas pero las devolvía luego luego porque quizá pensaba en aquél entonces que si las tenía podría llegar a ser tentación.
ResponderBorrarYo la verdad no voy a comprender eso de la parte artística de un desnudo, ya que para mí, una mujer sin ropa es eso, una exposición de un cuerpo femenino, no le veo el arte, le veo las chichis.
Te suscribo con aquella parte del final donde dices que si le encontraras esas revistas a tus hijos te preocuparías, añadiéndole de mi parte, que les daría un par de putazos para que no estén leyendo mariconadas.
Mi experiencia al respecto fue similar a la tuya, aunque mi papá no tenía Playboy, que yo recuerde, sino una revista llamada Eros que era como un libro (según recuerdo) y compraba algunas llamadas "Luz".
ResponderBorrarDe la Eros recuerdo que era "artística", nada vulgar. Supongo que mi papá tampoco la consideraba vulgar porque fue él mismo quien nos la mostró a mi hermana y a mí, no recuerdo a qué edad pero supongo que a una en la que creyó que no nos causaría efecto (aunque mi hermana es casi cuatro años menor que yo y supongo que a ella le afectó de diferente manera).
Y no sé decir si tuvo efectos secundarios o no, porque desde pequeña me considero de temperamento sexual fuerte (aunque admito que cabe la posibilidad de que haya sido por esa temprana exposición).
Como sea, mi madre siempre fue muy abierta en esos temas (respondiéndome, con algo de vergüenza pero sin ambigüedades) preguntas del tipo cómo sabía un hombre que una mujer no era virgen, de qué tamaño se ponía el pene durante una erección y cuánto tiempo duraba una relación sexual.
Y aunque esas revistas "Luz" las leía a escondidas, mis papás también me procuraron lectura sobre educación sexual.
En fin, que agradezco eso de mis padres y considero que es muy importante informar de manera adecuada a tus hijos sobre esas temas, que tarde o temprano los averiguarán y quizá de maneras no muy didácticas y sí muy desorientadoras.