Y vaya que todos conocemos ejemplos de eso, donde incluso alguien sin demasiado atractivo físico lo compensa con otras cosas y su vida amorosa es un éxito. Otros que salieron con la bendición de un atractivo físico extremo, y con los demás atributos mencionados desarrollados a medias o apenas a nivel aceptable, y por último (y ahí sí es algo que no todos han llegado a ver), alguien con un atractivo físico increíble que además tiene todas o la mayoría de esas otras cualidades, y es prácticamente como toparte al Ave Fénix, a la Zarza Ardiente del Antiguo Testamento, el legendario Unicornio, el Duende del Arcoiris con todo y la olla llena de oro; la aparición más inesperada e increíble que en la vida te esperarías.
En mi caso en particular, lo diré tal cual: soy feo. Ni modo, así nací, y al menos estoy consciente de ello. Porque ya ven que algunos feos por ahí al parecer no les llegó el memo o la notificación avisándoles, y por alguna razón, los cumplidos de su mamita o no sé, se creen guapos o guapas. Como decía, me tocó ser feo, pero a la vez no al punto de horrendo. Entre distintos sondeos de opiniones de terceras personas a la par de verme a mí mismo en el espejo, incluso logré hallar la media estadística de qué calificación me solían dar en la famosa escala de 10. Aclaro: no me gusta esa escala para calificar como si la gente fuera un producto y no soy de los que la usan para describir gente, pero en esta ocasión me permitiré usarla para facilitar las cosas. Al parecer mi rango en la adolescencia y justo terminándola fue 6.5 a 7, y ya tiempo después y considerando que por mi propia culpa me descuidé, en la actualidad y con peso de más, me han dicho que soy un 5 (quizá 4.5 y se redondeó, ja) de 10. Así que si lo trasladáramos a términos de comida, yo habría sido un platillo de esos que suelen decir "no me agrada, y no se me antoja, mejor paso". No lo que querría, pero tampoco era un "guácala, esto me hace vomitar". Y no me quejo con la suerte que me ha tocado en ese plano en la vida; antes bien, agradezco tanto las experiencias que me han tocado en la vida y las mujeres que han estado involucradas en ellas, y que eligieron mi compañía y brindarme la suya.
Claro que lo anterior no significa que durante la vida no me haya imaginado, como le pasa a muchos alguna vez, cómo sería ser guapo. Y no me refiero solo a alguien muy bien parecido, sino ser de plano un tipo con la bendición de Eros mismo, una copia clonada de Adonis, una fábrica de gemidos y entrepiernas mojadas con tan solo mi presencia. Y no he sido el´único, pues un par de personas (tal vez unas más que se me estén olvidando) me llegaron a plantear lo mismo. Llegaba algún consejo aquí y allá preguntando: oye, si hicieras esto te verías mejor", y cosas por el estilo. Pero fue cuando llegó una chica exuberante a plantearme cosas más claras y directas sobre el asunto.
La chica de la que hablo es alguien que de amiga pasó a lo opuesto y hasta a hater, pero eso es otro tema. Sin haber tenido nada íntimo que ver, vaya que llegamos a tener historia, la cual comenzó como compañeros de trabajo y luego amigos. En ese entonces, el lugar donde trabajaba solía de pronto tener a algunos empleados y empleadas que sus papás de dinero les habían forzado a entrar a trabajar ahí, para que mínimo se pusieran a hacer algo y supieran lo que era trabajar. Ella era una de esos, los hijos e hijas de ricachones. Entramos al mismo tiempo a trabajar y a la misma área, y congeniamos luego de darnos cuenta que ambos veníamos de familia de médicos, en el caso de ella era su mamá la doctora y un sinfín de tíos y primos suyos. Gracias a eso, se sentía cómoda platicándome temas médicos, y en particular sobre dos cosas que tenían su interés: la bariatría, y la cirugía plástica en general.
Para entonces ella solo se había hecho una cirugía: la rinoplastía. Y no es que tuviera necesidad de nada más, porque como dije, era muy atractiva y exuberante. Ese es el término que usé antes al inicio de este relato, pero déjenme lo aclaro para que no se preste a dudas a qué me refiero con exuberante: tremendas y lllamativas tetas, nalgas, y bonitas piernas. Llamaba la atención de muchos. Pero aún así, era de esas que siempre estaba hablando de qué cirugías le gustaría hacerse, y aún estando muy joven en ese entonces, quería ya tener planeado qué corregirse a medida que fuera cumpliendo década tras década de edad.
La vez que esta chica se decidió a hablarme de mi físico, ya había suficiente confianza. De esas veces que en un trabajo tienes un grupo de compañeros que aunque no son tal vez amigos entrañables tuyos, son al menos camaradas con quienes sales alguna vez y te llevas bien. En una de esas veces que salimos los de ese grupito del que hablo, ella me habló aparte y surgió entre la plática el tema de la gente atractiva, y me dijo que a como me veía, que ella consideraba que de solo hacerme una rinoplastía, y el otro procedimiento, la bichectomía, donde entran por el interior de la boca y extraen las bolsas de grasa de las mejillas para hacerte la cara "afilada", y que con eso para ella yo sería, en calificación, un 8 y muy posiblemente un 8.5, en la ya mencionada escala de 10. Y se le hacía raro que no me hubiera decidido a hacerlo, se preguntaba cómo es que no.
Aquí mucha gente se ofendería; aunque suelen ser más sensibles a comentarios así las mujeres que los hombres, pero de todos modos les cala. Conmigo no fue así, porque ya la conocía a ella y su forma de expresarse lo suficiente para saber cuándo quería ser hiriente o grosera y cuándo no. Era su forma de hablar y decir las cosas. Y ya sé, antes de que alguien lo diga: sí es en cierta medida superficial el andar calificando a la gente con números sobre su atractivo. La razón por la que lo he señalado en este relato es porque, aunque sea una mala costumbre, hay que aceptar que ha sido algo muy visto y más en otros tiempos de varios años atrás. Calificamos todo, lo admitamos o no. En fin, tenía ya ahí a tremenda chica super sexy diciéndome que a sus ojos (y por ende, de otras) podría dar un considerable salto a gustar más con un par de cosas corregidas, cosa que no ocurre con otra gente que le tocó una suerte distinta y sí necesitarían, si quisieran hacerse correcciones, mucho más que solo dos cirugías.
Esto ya pasó hace tiempo. Le contesté alguna respuesta sacada de la manga, y dije sobre su consejo que lo pensaría, y sí lo hice. Nunca me hice procedimientos estéticos. Cuando necesité operarme la nariz, fue por razones de validez médica, y no quise que incluyera la corrección exterior a la hora de corregir el tabique, o sea la rinoplastía en vez de solo la septoplastía. Costaba más, aunque pudiera haber asumido el gasto, lo sé. Pero no lo hice, y bueno, el cambio que ha ocurrido con los años ha sido para mal, el que le ocurre a muchos: el peso. Así que como cada cierto tiempo, me acuerdo de esta chica y aquella sugerencia que me hizo, y sí me doy el tiempo de preguntarme: ¿por qué, eh? ¿cómo es que no me animé en el pasado y aún ahora no solo a buscar tener un cuerpo esbelto y bien trabajado, y una que otra cosilla de cara tal vez? Vaya que habría facilitado mucho las cosas, y entre más pronto haberlo hecho en la vida mejor. No solo para ligues y eso; sabemos que, digan lo que digan otros, a la gente atractiva la contratan en buenos puestos de trabajo más fácil, son más permisivos con ellos en trámites de todo tipo, y el trato en general. Sí, sí, sé lo que van a decir algunos: ellos también tienen otro tipo de problemas. No dije que no los tuvieran, pero ya eso es otro tema.
Así que ahí me tienen con esa duda desde entonces, y en tiempos actuales de vez en cuanto. La misma pregunta que la chica me hizo, que se reduce en: "¿Por qué no te decides a volverte guapo?". La primera respuesta es que no lo hice por apatía. Yo digo las cosas como son, no ando adornándolas o buscando pretextos o culpables en situaciones donde en realidad el único culpable es uno. Me faltó decisión y me fui al pensamiento flojo de que mientras las cosas me funcionaban sin eso, ¿para qué hacerlo? Ahora sé que otros caminos se habrían abierto, y no solo entonces, aún ahora. Y con todo y que lo sé, ahí está todavía la conducta del no-cuidado. Aún sin que se tomaran en cuenta los otros "arreglitos", bien pudiera buscarse el cuerpo tonificado y fuerte, pero no. Vuelve a ganar la apatía y el pensamiento autosaboteador, a pesar de que en el pasado sí hacía actividades físicas mediante defensa personal, y me mantenía delgado. Esperando algún día luchar con eso y vencerlo, quiero de todos modos compartirlo a otros para que si tienen mayor voluntad que yo, y más aún, si están en una de las etapas tempranas de la vida, no duden en corregir esas cosas si pueden hacerlo. No esperen a después.
Confieso que sí me he imaginado cómo sería si fuera alguien galán, carita, un ejemplo de lo que un espécimen masculino quiere y debería alcanzar a ser. De esos que entran a un lugar y a fuerza les van a voltear a ver. De esos que causan que las mujeres se ponen a coquetear, descaradas (que por cierto, qué poca, eh. Pero bueno, es cosa que hacen hombres y mujeres por igual, lo sabemos). Me he imaginado cómo sería la reacción de algunas de las mujeres que conocí en el pasado al verme transformado, incluso de cómo reaccionarían o qué dirían miembros de familia, gente del trabajo, etcétera. El asombro luego de verme llegar cual monarca espartano. ¡Oh, Rey Strauffónidas! Y yo sonreír y flexionar, y con algún pretexto quitarme la camisa, por supuesto.
Con lo anterior tampoco estoy justificando a quienes desarrollan adicción quirúrgica (que hasta un trastorno es) para meterse cuchillo a cada mínimo detalle o tampoco los vigoréxicos adictos al gimnasio que terminan usando métodos extremos por un cuerpo fuerte y marcado, lo cual es un mal que le afecta a ciertas personas donde no van a dejar de verse cosas malas y no dejarán de subirle a la intensidad hasta volverse un auténtico freak show. Porque ahí es donde entra mi segunda respuesta a la pregunta de por qué no me volví guapo: el riesgo de esos procedimientos, y aparte el riesgo de tomar cosas (recetadas o no) para perder peso, tonificar, y desarrollar músculos y un buen cuerpo. Pero, dejando eso en claro, en ocasiones sí conviene corregir ciertas cosas que tengan el doble beneficio: de salud además del estético, y esos son los únicos casos donde la opción de la cirugía sí es de al menos considerarse. A lo que me refiero es a que, por ejemplo: ¿tienes algo que corregir de tu nariz para respirar mejor, y esa nariz además tiene una forma no favorable? Date la oportunidad de corregir las dos cosas, lo interno y lo externo. ¿Tienes dientes feos, dañados? Invierte lo que sea con todo tu esfuerzo. Aparte de poder masticar bien y quitarte las molestias en los dientes, el ver una buena dentadura y sonrisa al verte al espejo cada día te será benéfico. Y por supuesto: el ejercicio. Pesar lo que debes pesar ante todo por salud y prevención, y como agradable y bienvenido efecto adicional, el verte bien.
Hay gente que podrá decir que eso es estar dándole demasiada importancia a lo que opinen otros de ti, pero no: es dar importancia a todo, primero el cómo te ves, cómo te hace sentir verte, y al final, qué cosas buenas desencadena el sentirte bien y el que tú y otros por igual consideren que te ves bien. Esto suena a basura motivadora o de infomercial, pero ustedes, mis queridos lectores, saben que no es el caso. Si todavía hay tiempo, hay que darnos la oportunidad de tales cosas. Por flojos con mil excusas es que no lo hemos hecho, y vaya, si podemos ligar las cosas para verse atractivo con aquellas que nos harán más saludables y fuertes, no deberíamos decirle a éstas un no. Y si hay quienes estén bajo nuestra tutela o enseñanza, enseñarles a que hagan lo correcto, que tengan el ánimo de hacerlo y no dejar que se extinga esa flama. Porque esa flama es algo que en mucho se puede aprovechar.
Bien fundamentado lo que escribiste.
ResponderBorrarHiciste bien en no cambiarte la nariz, a pesar de esa deslumbrante chica con mala actitud.
Recuerdo que Carolina Peleritti decidió conservar la notoria nariz que tiene. Y es una mujer notablemente atractiva.
Debí cambiarla desde muy joven, pero para atender lo del tabique y de una vez aprovechar. De no haber tenido ningún detalle médico, no me habría aventado a moverle nada ahí, te lo aseguro.
BorrarLo bueno es que has escrito y contactado con ella, lo de la belleza es un atributo prescindible por completo.
ResponderBorrarPor la belleza interior, que no caduca. Un abrazo y feliz domingo
No desde que nos peleamos, ya no volvimos a contactar. Pero me dejó la anécdota y por supuesto la lección.
BorrarDicen que la suerte de las feas, las bonitas las desean...
ResponderBorrarEl físico se pierde. Ejemplos, muchos. Lo importante es que a quien le gustes, sea verdaderamente por lo que se tiene... fuera de lo atractivo del casacaron...
Saludos
Sí, es según sepan manejarse con cómo les tocó en cada atributo a la mano. Por eso ve uno las que a simple vista parecen "parejas disparejas".
BorrarPues yo a mi favor te digo.
ResponderBorrarMi madre siempre me decía que tenía unos ojos preciosos.
Hoy les estoy dando coba, con la mascarilla es lo único que se me ve.
Un Abrazo Amigo!!!
Jaja ya sé. Esto de traer cubrebocas y hasta caretas hace que todos tengan que hacer resaltar su "belleza interior". Un saludo.
Borrar"Si el exterior no me atrae, el interior no me importa". Está contrastado científicamente que todos funcionamos así. Y cómo que es políticamente incorrecto reconocerlo, habrá quien te diga que no.
ResponderBorrarAsí es. Biológicamente comprobado. En la sociedad está considerado superficial por tratarse nuestra especie de seres pensantes, con sentimientos, y distintas "capas", por así decirlo. Pero es más que lógico que el de mejor porte y mayor fuerza y figura desplegados sea al que más miren y sigan.
BorrarQuien diga que nunca ha sopesado la idea de una operación o ponerse acá bien papi, está mintiendo. Quizás no es lo más importante, sin embargo, es lo que más importancia se le da.
ResponderBorrarYo tampoco me considero desagradable como un recibo de luz pero tampoco estoy de no mames. Y al igual que tú, el cuerpo ya me está llevando la contra y me aumenta kilos que antes podía presumir no tener. Lo peor es que me desmotivo rápido y digo "para qué? ya es muy tarde", y así pasan dos o más años y digo "rayos, si tan solo le hubiera echado ganitas, ahorita hasta tendría para elegir y para llevar".
No puedo compartir una conclusión porque es una experiencia la cual ando transitando, pero:
Parece que no pero la nariz sí define toda la cara. La cuestión, aparte de decidir si sí o si no, es dónde (alguien de confianza, pues).
Así es, mucha razón en lo que dices.
BorrarNo te preocupes, cada cultura establece los parámetros de lo que considera bello en cada uno de los ámbitos donde la belleza puede jugar un papel,... así que quizás la solución sea buscar el lugar adecuado jajaja.
ResponderBorrarEso que dices es verdad. Fealdad o "promedio" en un país, a veces es la belleza exótica en otro.
BorrarMuy reflexivo ensayo, y es muy certero eso, en la mente de las feminas, de lo guapo, y como se emocionan , y se la pasan pensando en los guapos, son sus chaquetas mentales que acompañan con las chaquetas fisicas, saludos Strauffon, escribes geniales posts, con estilo
ResponderBorrarGracias, camarada.
BorrarHola Alex!! Soy del blog de MUSICA X FAVOR!! aveces comento con el celular que tiene esta cuenta.
ResponderBorrarQue buena exposicion hiciste y mucho por hablar sobre la belleza de una persona. Me hiciste reir porque yo a mis hijos les digo que son los mas hermosos jaja.
Creo que depende de la mirada de cada uno como "calificar": a tu compañera por ejemplo quizas se fija mas que sea "bello fisicamente" y no se fija si es buena persona.
Hablando sobre vos sino te sentis bien con alguna parte de cuerpo y queres operar lo podes hacer; si eso te hace sentir mejor. Yo por ej.me operaria la nariz pero no lo hago por el posoperatorio que es muy molesto, es lo que me dijeron.
Un placer leerte y nunca es tarde pars cambiar!!
Besos 😚😚😚
Por mucho que nos fastidie a los que no nos sobra la belleza, tiene mucha importancia. No se trata igual a la gente ni en las tiendas, ni en una entrevista de trabajo ni ya cuando están dentro de la empresa. Me ha gustado mucho tu reflexión.
ResponderBorrarSaludos
El gusto, como decía Bourdieu, se construye socialmente, y cambia, como una moda, algunas veces más rápido, otras más lentas. Los que antes eran considerados hermosos, ya no lo son, y quienes lo son hoy, posiblemente mañana no lo sean. Así pues, podemos elegir seguir la moda, o vivir una vida.
ResponderBorrarAunque, claro, es cierto, no todos pueden elegir.
Saludos,
J.
Todo, absolutamente todo lo que circula por nuestra cabeza además de ser quienes somos, lo provocamos nosotros mismos. De ahí los gustos tan dispares, la belleza de las cosas, nuestra forma de ser, simpatizar con alguien...absolutamente de todo, nosotros somos los artífices de lo que sucede en nuestro interior. Si me gusta o no, so lo admito o no, si tengo razón o no, si dudo, si acierto, si te quiero, se te odio...De eso nadie tiene la culpa sino nosotros mismos.
ResponderBorrarAlcanzar la verdad, es tener una seguridad. Mientras todo fluye alrededor. Debemos de tener atino y ser conscientes de algo tan simple como que nosostros nos inventamos.
Hola Alexander. Muchísimas gracias por visitar mi mundo. Decirte que en mi caso, tal vez debí operarme las orejas. Son enormes y de soplillo. Pero... No lo hice y ya como que las acepto, jaja.
ResponderBorrarBesos ☺️
¡Hola, Alexander!
ResponderBorrarPrimera vez por tu blog. Bueno, en mi humilde opinión "eres como el oso, mientras más feo más hermoso".
Se pueden especular mil y una cosas, pero primero comencemos por amarnos tal cual somos sin perder nuestra esencia, creo es fundamental. Una vez que emprendamos la conquista de nosotros mismos, diremos: "Me quiero como soy, no, como desean verme los demás". La autoestima es importante.
Felicitaciones por tu entrada.
Gracias por tu visita a mi blog, eres siempre bienvenido.
Saludos.
Hola, bueno una entrada la mar de interesante y con mucho fundamento ..El físico hay que ser honestos y decir que aunque digamos que no, nos importar es falso ..Todos cuando conocemos a una persona la mayoría de las veces nos atrae por su físico , sus ojos , sus manos , su voz algo del exterior ..pero ahora viene lo bueno ..esa es la primera impresión porque lo realmente que une esas dos almas es la química que ellos puedan llegar a tener.
ResponderBorrarY eso amigo es otra historia ...El físico llega un momento que pasa , es ley de vida por mucha cirujana que se haga ..a parte a veces es peor el remedio que la enfermedad.
Pero el corazón y la bondad de las personas se va alimentando y creciendo ..así pues enamorándonos del interior, el exterior se puede modificar si con ello se es más feliz ..es opcional ..Muy buena entrada y me gusta tu opinión ..Un abrazo y gracias por tu visita .
El físico importa a todos los niveles Alexander, pero no se si yo sería capaz de meterme en un quirófano por arreglarlo. Muy buena entrada.
ResponderBorrarSaluditos.
En cuanto a lo de "atractivo", como se suele decir: "más vale caer en gracia, que ser gracioso".
ResponderBorrarSalu2.
Como dices, a veces no solo el físico es lo que hace atractivo a alguien, pero muchas veces si es el preámbulo para que alguien se acerque y te quiera conocer. Al fin, estándares sociales, pero yo soy de la idea de que vale más lo que la persona en cuestión te pueda aportar aunque esta no sea atractiva a la vista de los demás.
ResponderBorrarSaluditos!
¡Oh, Rey Staruffónidas!
ResponderBorrarComo feo (con algún que otro detalle que me salva) lucharé para que nuestro reino se levante de sus ruinas y la belleza no sea algo tan importante en nuestra futura sociedad, en nuestras tierras. Pero habrá que contrarrestar eso con otras gracias: ser buen cantante, ser simpático, aprender música, saber pintar, escribir, instruirse... pensar
En eso estamos oh Rey.
Abrazos y a esquivar espejos, que esos mienten
Yo me considero como tú: feo, aunque no repelente. Y, respetando todas las formas de pensar, jamás me haría una intervención quirúrgica para mejorar mi físico. Si sé que hacíendomela voy a ganar los puntos necesarios para conquistar a una chica, creo que es porque la chica no vale la pena.
ResponderBorrarHola Alexander.
ResponderBorrarUno puede operarse para verse mejor o por cuestiones de salud, pero si se es un vago (que creo que es a lo que te refieres con flojo) de poco va a servir.
Además, hay ciertas operaciones que hacen que todos los operados se parezcan y qué quieres que te diga, donde esté lo único y original que se quite artificial.
Besos.
Como el oso...entre más feo...
ResponderBorrarinteresante como ves las cosas personalmente me gustan guapos
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
BorrarBuen post, a quien nace feo le brota inteligencia y con eso me quedo. Las personas son diferentes y la mirada acerca de la belleza cambia con los años.
ResponderBorrarabrazos
Esta es una discusión interesante. Muchas personas que no se sienten seguras de su físico, sienten que les falta perfección. Pero créanme, cada uno tiene una singularidad diferente y tiene la atracción de cada persona que juzga de manera diferente. Por ejemplo, mi cara podría estar en los ojos de la A, me veo fea pero por la visión de los ojos de la B soy bastante guapo 🙂.
ResponderBorrarPor lo tanto, es mejor tener confianza en mi opinión.
Saludos desde Indonesia 🙂
Así es. Dices bien.
BorrarCreo que lo relevante es ser uno mismo. No caer en lo ligth. Y no niego que el ejercicio (lo practico espartanamente)es necesario para una buena salud, pero volverlo. como las cirujías estéticas plan de belleza personal, pueda terminar uno sufriendo el síndrome de narciso. UN abrazo. Carlos
ResponderBorrarYo soy algo así como un feo interesante, a lo Willem Dafoe más o menos. Participo a veces en cortometrajes de la Escuela de cine de Tarrassa, cerca de Barcelona. En el último la directora de casting me dijo que mi cara no quedaba bien en pantalla. Creo que ha sido una manera original de llamarme feo.
ResponderBorrarSaludos, Alexander!
Borgo.
Los feos o poco agraciados, nos contentamos con aquello de la belleza interior.
ResponderBorrarSaludos.
En la sociedad de hoy día, tan materialista y superficial, lo físico es importante. No debería ser así, pero lo es. Cuando conocemos a una persona, lo primero en que nos fijamos es el aspecto exterior. Y luego ya si eso conocemos el interior.
ResponderBorrarMe gusta lo que has escrito. Sí es cierto que cuando tenemos alguna cosas que no nos gusta intentamos cambiarla. Cuando te haces más grande, cuando vemos que lo importante de la vida no es el físico si no como seas como persona. Los valores que se tengan son los importante. al final todos nos arrugaremos como pasas, los valores seguirán intactos y el ser buena persona también.
ResponderBorrarSaludos