Los nombres: esas etiquetas que se ponen para identificar tanto a personas como a cosas. Decir que el nombre de algo es bueno o malo cae en un territorio abstracto; por lo general no hay absoluto en cuanto a lo que es aceptable o no, dado que influyen distintos factores, entre los cuales está sobre todo la opinión o percepción de cada quién.
Pero aún con lo anterior, deberían existir ciertos estándares o bases, pienso yo. Y no soy el único que lo piensa, eh. Y es que sin cierto orden, cualquier cosa tiende al caos, y lo de los nombres no es la excepción. Por eso quiero hablar esta vez sobre ciertas cosas relativas a los nombres en el mundo entero que creo se deberían corregir, e incluso legislar para impedir que vuelvan a hacerse en el futuro.
Nombres de figuras históricas usadas en avenidas y edificios
Las figuras históricas de cada lugar tienen su justa importancia. No se trata tampoco de ponerse en el plan radical izquierdoso queriendo borrar de la historia a figuras clave que nos ayudan a entender cómo y por qué ocurrieron ciertas cosas. Pero, habiendo dejado lo anterior en claro, creo que está de más el usar nombres de personas para avenidas y edificios de una ciudad, y estaría mejor si se dejara de hacer.
Claro que cuando se trata de nombrar un objeto o evento de importancia, está bien (Avenida Constitución, Avenida Revolución), pero nada de "Calle Fulano, Edificio Sutano, Aeropuerto Mengano". Dichas personas con ya su lugar obtenido en la historia deben seguir presentes en libros y en museos, pero hasta ahí. Me encantaría que en vez de eso las calles estuvieran en su mayoría designadas por números, letras, y por nombres de cosas o eventos, como ya antes mencioné. Así se evitaría también algo que siempre termina pasando: que en vez de usar a héroes nacionales le pongan luego nombres de políticos de dudoso legado a calles y/o a vecindarios.
Los nombres influenciados por la corrección política
Este no es difícil de entender. A las cosas debe llamárseles como son, y no tratar de aminorar su efecto distorsionando la percepción de lo que es. Recuerdo cuando se empezó a usar esa ridiculez de "áreas de oportunidad" para referirse a las fallas, y a los necios ridículos sermoneando a todo aquel que llamara discapacitados a los que, según ellos, hay que llamar "personas de necesidades especiales". Es absurdo usar la palabra especial para designar algo que causa dificultades a alguien. A las fallas se les debe llamar fallas, a las discapacidades se les debe llamar discapacidades; y es que no se puede esperar tratar algo de la manera adecuada si se distorsiona lo que es desde algo tan básico como el nombre. Me encantaría que a todos esos acosadores fanáticos de la corrección política se les abriera proceso legal para callarles de una vez, y el mundo vuelva a llamar a cada cosa como es. Y es que muchas veces no se trata de términos derogatorios en absoluto, y son los mismos fanáticos esos los que le dan esa connotación negativa de manera forzada, con sus quejas y su afán de torcer al mundo de acuerdo a sus necedades.
Los nombres de los países
Esto es algo que sería dificilísimo y complicado que llegara a suceder, pero oh vaya que me encantaría que así fuera. Por la soberanía de cada nación y bla bla es que se impide que haya una estandarización para facilitar las cosas, pero de llegar a hacerse, haría las cosas más fáciles para todos. Mi país natal, México, ya tuvo ese debate respecto a su nombre. ¿De qué es lo que estoy hablando? Simple: el nombre oficial sigue siendo Estados Unidos Mexicanos. Y como mi país, otros sufren de ese mismo mal, esos nombres mamertos e innecesariamente largos. "República Bananera Popular Revolucionaria Reaccionaria Mamaria de (insertar país)". Y conste que no nombré ninguno en particular, para no herir susceptibilidades. Ojalá los países tuvieran nombres de a lo mucho dos palabras, y ya.
El reciclaje de nombres en familias
Esto lo hemos visto casi todos, en la propia familia o la de conocidos. Los clásicos que manejan cierto nombre dentro de la familia como si fuera una herencia especial, y de pronto todos se llaman así. Recuerdo la película de Goodfellas, donde al estar narrando Karen, recuerda que en una fiesta todas las de esa familia se llamaban Mary, y a todos los hombres Peter o Paul.
En mi familia hay una facción así, y la costumbre les viene de su otro lado familiar que no es el mío. Vamos a suponer que los nombres en cuestión son Juan y Pedro. Sus familiares de ese otro lado llevan con esa costumbre de usar esos nombres por no sé cuántas generaciones, y tienen un orgullo infundado al respecto. No son ricos, no son intelectuales, y el apellido es casi tan común como el "Pérez". Ah, pero mucho orgullo, según. Como si fueran de la aristocracia. Y es frustrante ver que todos son Juanes y Pedros, y algunos bien ingeniosos: "Juan Pedro". Gente tan ridícula, en serio.
Los nombres absurdos y sin sentido ideados por padres desconsiderados
Siguiendo la línea de los nombres inadecuados en familias, llegamos al que es el problema mayor y que también todos conocemos: los hijos a los que sus padres les terminan haciendo la vida más difícil, todo porque los idiotas quisieron verse muy originales, muy políticos, o muy especiales a la hora de escogerle el nombre a su bebé a la hora de registrarlo. Elaborar una guía o restricciones sobre esto se tomaría su tiempo, sobre todo porque inevitablemente lleva hacia al debate de la libertad de pensamiento y acción versus los derechos inherentes del niño al que se le está nombrando.
Aún así, creo que de intentarse con empeño, sería posible. Y entonces se le pondría fin a bobadas como el toparse con una niña con un feo nombre como "Marialbert" solo porque sus papás se llaman María y Alberto, o "Super Mario" solo porque su padre es un geek y gamer retro. Eso por decir un ejemplo, eh. A mí me encantan los videojuegos y la cultura pop en general, pero no por eso iba a andar haciendo algo así. Y no olvidemos a los que les ponen nombres extranjeros que además no saben ni cómo se escriben, y terminan escribiéndolos de una manera errónea. Cosas así, ya saben. Y vaya que con eso se le haría un bien a esos niños que llegan a un mundo ya de por sí complicado, que lo que menos necesitan es tener puesta una etiqueta inadecuada como parte de la formación de su identidad que es casi seguro le dificultará las cosas en ciertos eventos que involucren interacción personal, por no mencionar a la hora de hacer trámites oficiales, o simplemente el lograr dar una imagen profesional y seria al pedir empleo mientras que su currículum muestra una cosa que pareciera salida de una caricatura. Y si el objetivo es evitar cosas así, bien vale la pena sentarse a discutir sobre qué medidas implementar para lograrlo.
Me adhiero con todo, al reclamo contra lo políticamente correcto. Y no es nuevo, ya de hace tiempo está lo de llamar "no videntes" a los ciegos.
ResponderBorrarLo políticamente correcto suele ser una forma de censura.
Y sí que hay padres desconsiderados.
Saludos.
Aquí en Colombia, al respecto de su artículo las etnias del pacífico reclaman que, se les llamen negros, y no afrocolombianos. Patético por otra parte, lo de hablar de inclusividad en los saludos, hablando de todos y todas, o los presentes y las presentes. Menos mal, que la Academia le metió muela al asunto.Y, volvimos a la usanza anterior, que es gramaticalmente la correcta.
ResponderBorrar}Un abrazo. carlos
Pues qué suerte. Aquí la academia metió muela , y todos los políticamente correctos, de lo pasaron por el forro de los ...vaya, ahora no sé cómo se dice ahí.
BorrarSsludos
Yo quiero ser NHYTDKBJK780968# a partir de ahora, pero no entra en mis documento. Y no sé qué hacer.
ResponderBorrarSaludos,
J.
Es terrible lo los nombres del políticamente correcto y lo de los nombres absurdos Genial entrada te mando un beso
ResponderBorrarSuper blog
ResponderBorrarRead my new post
ResponderBorrarMe ha encantado Alexander. En mi caso, mis padres hicieron un listado de nombres que no existiesen en la familia. Se quedaron con dos y el señor del registro civil terminó de elegir. Como ya habían inscrito a una Rocío ese día, me dejaron con Margarita. Increible de dónde puede venir tu nombre, ja ja. Besos :D
ResponderBorrarYo abogo por los nombres propios feos. Que de feos que son, tienen su encanto.
ResponderBorrarCreo que un nombre que puede parecer feo para alguien, puede gustarle a otro, es muy relativo.
ResponderBorrarBeso grande y que tengas una buena semana.
Es muy interesante tu artículo. Si bien no se tocan el corazón para desgraciarle la vida a alguien con la ocurrencia de un nombre "original" por otra parte, la ridiculez de lo políticamente correcto, que es más hipocresía que respeto. Y el lenguaje incluyente, es otro tema, con el que no estoy de acuerdo.
ResponderBorrarAbrazos.
Haces un repaso estupendo y exhaustivo por las tonterías o cosas raras de los nombres. Muy bien desarrollado, además. Gracias.
ResponderBorrarUn abrazo
Me ha encantado esta entrada tan razonable y estoy de acuerdo en todo lo que dices sobre todo en lo de los nombres de las calles de las ciudades y paises, así se evitaría el estar cambiando los nombres según el partido político de turno.
ResponderBorrarLo del lenguaje inclusivo que nos quieren imponer en España algunos políticos de verdad que me fastidia mucho y eso sería otro tema a tratar.Saludos
Me ha encantado tu exposición sobre un tema tan actual y latente en nuestro día a día. Me río de lo políticamente correcto, de la inclusión patética de terminología innecesaria. No quiero ni pensar lo que opinarían ilustres literatos de nuestra historia ante tanta ignorancia.
ResponderBorrarUn abrazo.
Genial Alexander, totalmente de acuerdo con todo lo que comentas. La verdad es que las personas, sobre todo algunas, podemos llegar a ser muy estupidas. Un saludo
ResponderBorrarTe aplaudo, no lo habría dicho mejor. Que razón llevas.👏👏👏
ResponderBorrarHoy en día todo ha de tener un nombre, encasillar o poner etiqueta. Me ha gustado mucho tu entrada porque has abarcado varios conceptos. Te felicito, bomita.
ResponderBorrarMil besitos para ti ♥
La de historias que acarrean los nombres. Me llamo Laura por mi madrina,hermana de mi padre. Lo bueno de esta historia, es que ella tuvo cuatro hijas y a ninguna se lo puso. En los años 50 era raro oirlo. Y pasados unos40 se hizo popular. No sé que influye en esto pero es así. Si mi tía viviera hoy vería la cantidad de nietas y biznietas que llevan su nombre.
ResponderBorrarBuen lunes.
Un abrazo.
Puf, antes ponían el nombre del santo del día y salían nombres como Burgundófero y cosas así. Menos mal que los tiempos cambian.
ResponderBorrarUn abrazo y feliz día.
Los nombres van a veces por modas. Cuando la boda de Diana Spencer hubo montones de Dianas en el registro civil. Lo de los padres desaprensivos también es cierto, sobre todo los que ponen nombres que riman. Tenía un compañero de colegio que se llamaba Ramón Miramón, y los niños le cantaban "Ramón Miramón, eres un..." y aquí se abría un abanico de posibilidades.
ResponderBorrarSaludos.
Borgo.
Super Mario? Please tell me people don't actually do that. :) But yes great points!
ResponderBorrarVaya. Yo pensaba que la ingeniería lingüística de la corrección política era una enfermedad endémica de España, pero ya veo que no.
ResponderBorrarLos nombres propios de pueden cambiar, pero a los 18, cuando elsl ya está hecho. Los de los países, no me disgustan cómo están, pero coincido contigo en la longitud.
Vuelvo a la corrección política. Cuando te enteras del significado de esas perífrasis (porque si no lo preguntas, tu solo no lo averiguas), ¿no te da la impresión de que nos están tomando por imbéciles? ¿O no es sólo una impresión?
Saludossalexander
Hola!me gusto mucho el post, muy interesante y cierto. Besos
ResponderBorrarNo puedo estar más de acuerdo con tus reflexiones, siempre me pareció poco procedente este sistema de nomenclaturas: hechos históricos (que a veces no lo son tanto), otros llevados por las modas del momento y, por fin, los de personas supuestamente relevantes que, a veces, ofenden a alguno, otras, cuando transcurre un tiempo, nadie sabe quienes son. Es pura demagogia, porque a ver quien se atreve a oponerse a que nombren una calle o un edificio público con el nombre de tal o cual persona y ser tachado de cualquier cosa, cuando lo único que se quiere es evitar personalismos, siempre subjetivos y que, por fin, lo nombres de las calles, duren para siempre.
ResponderBorrarConozco a una persona que formo parte de un grupo comisionado por el ayuntamiento de su localidad para visitar a un preclaro hijo de la misma, con el fin de anunciarle que iban a erigirle una estatua. El personaje, tan inteligente y brillante como modesto, se negó, dijo que no quería verse lleno de excrementos de palomas. Bueno, pues cuando falleció, les faltó tiempo para poner en la plaza mayor un busto de aquel hombre. ¡Pero si él no quería!
yo siempre me acuerdo del nombre de mi abuelo paterno que murió en 1919 a los 26 años y que por lo mismo nunca llegué a conocer: "juan resurreción". lo de juan me pareció algo normal, pero, ¿"resurreción"? curiosamente a mi padre jamás le pregunté si sabía del porqué le llegaron a colocar aquel nombre a su padre y yo asumí de manera natural que él debió haber nacido en el día de "domingo de resurreción", debido a que antiguamente las personas les ponían por nombre a sus hijos el que marcara el calendario religioso.
ResponderBorrartengo además un conocido que lleva por nombre: "domingo". al menos él, con respecto a mi abuelo paterno, tuvo mucha más suerte.
saludos.
Muy interesante y muy cierto todo lo que dices.
ResponderBorrarBesos.
En mi familia también hay una parte muy aficionada a que se ponga el nombre del padre al hijo. Un abrazo
ResponderBorrarUn interesante tema el tuyo de hoy, Alexander. Controvertido y seguramente merecedor de un amplio debate. No te daré mi opinión al respecto pues ya soy muy mayor, (1949/2021), y hoy no se necesita nuestra opinión para casi nada, pero no hace mucho en una conferencia que di de postgrado, es decir, personal universitario, le pregunté a varios de ellos si podían hablarme de Le Corbusier. Algunos, muy convencidos, me dijeron que se trataba, seguramente de un jugador de la selección francesa de fútbol y otros, los más, que eso era el nombre deuna calle. Afortunadamente la mayoría silenciosa, simplemente, entró en pánico y se rió.
ResponderBorrarBuen artículo.
Saludos.
Hola hola!
ResponderBorrarQue información tan entretenida, recuerdo que cuando estudiaba diseño gráfico me toco hacer una web con el tema del origen de los apellidos tema que me pareció super entretenido, gracias por compartir la entrada.
Hola, interesante tu reflexión. Coincido contigo respecto a los nombres de las calles, de hecho se presta a confusiones. Respecto a lo políticamente correcto, constantemente está cambiando como hoy se les dice discapacitados y mañana personas con capacidades diferentes más lo que se les ocurra. Y me causa gracias los nombres mezclados, habría que preguntarles a estas víctimas qué tal les habrá ido con un nombre "tan original".
ResponderBorrarSaludos
Querido Alexander, creo que en EEUU , en NY al menos, las calles se llaman quinta avenida, tercera avda etc...Eso está bien, ahora con el revisonismo que ha venido de la historia, se han puesto a destruir monumentos de personajes. En cuanto a los nombres, acá en Chile, los niños de familias pudientes se llaman como sus abuelos y bisabuelos: Emiliano, Domingo, Edelmira...Y en las clases populares, los niños se llaman Jonathan. Kevin, Dylan. Yo me llamo Lillian, por una actriz del cine mudo jaja y mi nombre me encanta.
ResponderBorrarEspero que Alexander sea tu verdadero nombre, y Strauffon tu apellido. Porque sino me sentiría estafado.
ResponderBorrarY te lo digo con toda seguridad, como que me llamo Frodo.
Abrazos
Que buena entrada, diferente en todo sentido..me encanta leer un poco de todo.
ResponderBorrarAdhiero bastante a lo que expones. Sobre todo en lo relacionado a las incoherencias cuando se trata de poner nombres a lugares, estaciones, calles, y ni hablar de los legados de familia que suelen resultar espantosos, o bien las modas...Yo hasta hace poco vivía en una ciudad donde las calles son numeradas y justo como tu dices, los nombres de próceres o personas que se quieren destacar por algún aspecto quedan circunscriptos a otros espacios como bibliotecas, museos, escuelas relacionadas , etc. Un abrazoooooo
Y la moda de los nombres compuestos, como el mío. Antiguamente era muy normal poner dos nombres, "el del padre y el del abuelo" para que haya peleas. Lo malo era cuando, el padre o el abuelo también tenían un nombre compuesto. Es mi caso: tres nombres, tres. El colmo. Y es una lata cambiarlo.
ResponderBorrarSaludos
Yo también creo que las calles llevan llevar números. Sería más fácil orientarte (ya con el GPS, pues...). Y en cuanto a los nombres, llevo los de mis abuelos. Y claro mi hijo, terminó similar...
ResponderBorrarSaludos
Me adhiero a cada cosa que has dicho.Totalmente de acuerdo.
ResponderBorrarUn saludo.
Lo peor es cuando les ponen dos o tres nombres a sus hijos, y todos los nombres están horribles.
ResponderBorrarHello!!!
ResponderBorrarMe gustó mucho tu post sobre el viaje en el tiempo, algo que siempre me ha parecido superinteresante en literatura y cine!!... ¿Qué me diría yo a mí mismo???? Pues que escogiese otras opciones socio-laborales xdd
Este post de los nombres también es interesante. Lo de la "corrección política" clama al cielo!! En España está todo salido de madre completamente: ahora a los retrasados mentales a veces les llaman "personas con capacidades especiales"!! Vamos, que parece que se están refiriendo a unos superhéroes!!! xddd Porque yo entiendo que "capacidades especiales" es algo que tendrá Superman o Spiderman! xdd
Que vaya todo bien!!
Saludos y gracias por pasarte!!!
Alexander, me ha encantado la entrada y comparto muchas de tus reflexiones, pero luego dudo y es que dan tanto que hablar algunos nombres, que sería una pena que no existiesen, por ejemplo el de algunos pueblos.
ResponderBorrarUn saludo.
O también cuando les ponen nombres del sexo opuesto. Eso debería estar prohibidisimo.
ResponderBorrarHola, es todo un tema lo de los nombres.
ResponderBorrarEn Chile no somos tan extravagantes...todavía.
Saludos.
Lo de los nombres heredados en las familias me parece lo peor. Acabas por encontrar hijos que se llaman como los padres, sobrinas que se llaman como sus tías. Y eso que en España (y ahí también, verdad?) tenemos dos apellidos. :S Lo siento como que quieren marcarle un camino al bebé quitándole parte de su independencia.
ResponderBorrarUn saludo.
Hola Alex! Volví a leer los blogs… me encanta ver el tuyo aún vigente.
ResponderBorrarRespecto al post… en varios países latinoamericanos les ha dado por retirar el nombre de plazas, calles, que lleven el de colon. Tarde o temprano irán cambiando, esperemos encuentren una forma lógica de nombrarlos y sustituirlos por nombres de “personas de célebres”. Como algunas carreteras que llevan una letra y número ej: M-50, M-30.
En cuanto a nombres de personas, totalmente de acuerdo he visto nombres que se pronuncian de una forma (en inglés sobre todo) y se escriben de otra. Ejemplo: escrito está —>Deyvi; lo que querían poner supongo: David (pronunciado en ingles), pero con un apellido 100% latino… algunos dicen que no existe ortografía en los nombres…
De hecho cualquier persona puede cambiarse el nombre ya de adulto, por si no le gusta el que le asignaron sus padres.
Un gusto leerte, un abrazo.
Lo políticamente correcto o la actual woke culture son manipulaciones de la derecha, hay que estar muy atento con eso.
ResponderBorrarEl problema con los nombres es que se han vuelto una etiqueta más en un mundo que necesita etiquetar y ser etiquetado constantemente, y si no tienes una etiquetas no existe.
Pues bien, prefiero no existir.
Saludos,
J.
Y sin embargo el Brayan seguirá existiendo, así tan mal escrito y la Britani y el Pol y así.
ResponderBorrarSaludos
Very intersting article
ResponderBorrar¡Hola!
ResponderBorrarInteresante artículo, muy reflexivo la verdad.
Creó que la etimología de los nombres de los países de todo el mundo no se debe a la imaginación de un solo individuo, sino que deriva de circunstancias históricas particulares de los diferentes grupos humanos.
Saluditos!
Muy buena esta entrada, me ha encantado. Con humor e ironía expones un tema interesante: el de la nomenclatura, toponimia, etc. Estoy muy de acuerdo en todo, sobre todo en el primer punto porque algunas veces también lo he pensado. Los nombres que en el presente les ponemos a las calles que nos parecen correctos puede que a las generaciones futuras no les parezca así, igual que actualmente a nosotros nos parecen horribles algunos nombres del pasado. Así que nos ahorraríamos debates si en lugar de poner nombres propios a las calles les pusiéramos nombres comunes.
ResponderBorrarBro, me hiciste recordar en los tiempos donde daba clases, había nombres tan extraños qué ni si quiera en google aparecían y muchas veces era el de juntar sílabas de los nombres de los padres... También debo de admitir qué he googleado algunos personajes de la historia porque en algún pueblo alguna calle tiene su nombre por ejemplo "Cenobio Moreno Bucio"...
ResponderBorrarTe dejo un abrazo lleno de historia
Un tema por demás polémico y a la vez sumamente interesante que, lamento decirte, nunca va a trascender porque a nadie le importa un carajo lo que estás planteando. De acuerdo en todo lo que mencionas. Lo que más coraje da de los nombres a edificios con figuras políticas es que pasado un tiempo le cambian el nombre. Se da mucho en las escuelas primarias y secundarias. Estaría genial que se llamaran Escuela Secundaria Estatal #462, simple, fin. Igual de acuerdo en usar eufemismos para no sonar rudos o groseros. En el ramo de la educación se presenta mucho: no es aceptable decirle a un alumno que está mal porque su cerebrito se puede estresar y mejor decirle de sus "oportunidades de mejora". Y finalmente, está culero vivir en un país donde todo el mundo le llama de una forma distinta a como oficialmente está establecido. ¿Dónde está la página en change.org para cambiar el nombre oficial a solo "México". Además, de que lo escribimos con X pero lo pronunciamos con J, es otro tema. Buen post para reflexionar.
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