
Si lloro, lo acompañaré con algun soliloquio. Que jamás llegue a oídos de otros, que tenga como mudo público los retratos de mi sombrío hogar.
Si fatigado estoy, acompañaré mi reposo con visiones de páramos oscuros, de un lugar bautizado con mil nombres, retratado por mil pintores en sus más siniestras...