Qué hueva ya con Chespirito, en serio

Chespirito es un ya conocido comediante mexicano, sobrevaluado a más no poder desde sus días de juventud hasta ahora. Su mayor empeño desde el inicio ha sido el enaltecerse, dándose a si mismo los inmerecidos titulos de "super comediante" y "el mejor comediante de America latina".

Dejando claro que sí demostró talento y vocación en cuanto a escribir y crear, hay que señalar también que sin la ayuda de Ramón Valdés, Carlos Villagrán, Angelines Fernández, y el resto de su equipo (todos de mayor simpatía y talento en la comedia que él, y él siempre lo ha sabido), no habría logrado notoriedad. Y nunca se les dio el merecido reconocimiento. Por el contrario, se ocupaba de tenerlos por debajo de él, y hasta de manipular lo que hicieran fuera del set, como cuando prohibió al "Profesor Jirafales" hacer un comercial de cerveza, argumentando la imagen que daría. Y eso, viniendo de alguien que escribia guiones en que el personaje Jirafales no dejaba de fumar puros.

Hay muchos comediantes, difuntos y actuales, que merecerían mayor reconocimiento. Pero siempre fue conveniente apostarle al proyecto cuadrado de Roberto Gómez Bolaños. El promotor del pensamiento simple y el culto a la idiotez, disfrazado de "humor blanco". El Alfil del tablero de ajedrez de Televisa, para idiotizar a generaciones enteras. Y lo peor es cómo sus fans lo elevan casi a una deidad. 

Ya me imagino cuando muera. La legión de zombies en redes sociales publicando imágenes del pinche Chavo del Ocho, o del Chapulin Colorado, y frases absurdas como "No contaban con tu astucia, llegaste al Cielo", o algo semejante.

Artistas, escritores, y pensadores notables están aún por ahí, con muchas cosas buenas por contribuir. En cambio, la atención se le brinda a Roberto Gómez Bolaños; alguien cuyo éxito se debe a haber exprimido el talento y tiempo de otros, y pegar la etiqueta con su nombre a todo, aún cuando no hubiera sido totalmente su idea. Muchos llorándolo, sin recordar que fue un hombre que vendía sus productos a diez veces su valor real, y que en su ascenso se llevó entre los pies a muchos.

Ya dejen de adorar ídolos de barro. Y ésto no es dicho por nada, aunque algunos comiencen a escupir odio hacia mi. Vean la forma en que fue crucificado artísticamente el Sr. Villagrán por oponersele, las declaraciones de mente cerrada del Sr. Gomez Bolaños respecto a distintas problemáticas sociales, y otras cosas.

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(Actualización 2014) 

Y para que vean que no soy el único en pensar así, les comparto un frahmento de un escrito en otro espacio en la red, donde el autor mantiene su postura luego de ser anunciado el deceso de Chespirito:

[ Ya muchos despertamos y vemos más allá de sus personajes ficticios, es verdad que formo parte de la infancia de todos nosotros pero llega un momento en que la inocencia de la mente infantil termina y con ella muchos miramos lo que son las cosas en realidad y chespirito no es un santo de devoción ni mucho menos alguien que enseñara cultura, solo fue el embrutecedor de masas por excelencia que México dio para el mundo ya que su comedia carecía de inteligencia, de igualdad, y por supuesto que no era comedia blanca aunque eso sea lo que muchos crean de sus programas, en sus programas se fomentaba la burla al diferente, a las personas con obesidad, a la mujer mayor de edad, al pobre, al huérfano, al cobrador de la renta, a la mujer viuda, al que tuviera cualquier clase de diferencia en su anatomía.

Que decir de sus demás personajes que entretuvieron a México un ratero, un loco, un medico que no curo a nadie, y un super héroe inútil que ni siquiera lo pudo inspirar a hacer comentarios en contra del gobierno opresor de México jamás, pues mantuvo silencio en la matanza de 300 estudiantes en Tlatelolco del año 1968 y muchas cosas más, no todo era amistad entre los actores de sus programas Chespirito hizo la vida miserable a la Chilindrina y a Quico por demandas legales queriéndoles arrebatar lo que eran los personajes de ellos. ]

Título del artículo: "Chespirito Fue el Patético y Codicioso Bufón de México"

Autor / Fuente: Metrópolis Escéptica

diciembre 1, 2014