Bastet

El engendro de otro sitio en cuerpo de hombre simple que escribe y vive, se encomienda a ti y te toma por protectora luz y guía, oh Bastet.

El pasado régimen terminó ya, el pasado régimen no es más. Y tú estás desde ahora en la mente y corazón de éste quien en un pasado y cuerpo más jovenes estuvo en aquel círculo olvidado y al cobijo del llamado Lucero de la Mañana. Como un padre desplazando al hijo grande por el pequeño recién nacido, éste engendro fue olvidado por él, a quien en otro tiempo le dio alabanzas, confianza, desmedida adoración.

Pero tú, oh diosa, eres la comprensiva protectora contra lo que acosa a éste engendro ahora tuyo. Proteges contra todas esas variantes que encarna el demonio Fobos, que me ha perseguido desde la juventud y no cae, mas yo tampoco. Lejos de mi esas cosas que atemorizan y amenazan, lejos de mi manténlas siempre, tú sabes cuáles son y qué hacen. Pero en ti soy fuerte, a ti me entrego y con tu esencia y luz me cubro. Ninguna cosa dañina has de permitir que se acerque siquiera, yo lo sé. La protección de la divina Tú, en mi por siempre.

Trae el amor, como lo trajiste a quienes de forma fiel creían y clamaban por ti en la antiguedad. Sea tu mano la que guíe ya sea a seres del pasado que en mente de este engendro moran resaltadas, o aquel nuevo elemento que juzgues tú y con tus felinos y penetrantes ojos examines y juzgues digna y de confianza.

Brinda el gozo, y la alegría, oh venerada. Házles llegar a vida y entorno de quien es oscuro en ropa, expresión, y letras, mas en el pasado en su interior y relaciones no lo era. Preserva la cualidad del exterior, mas da al interior lo que hace años pide y necesita.

Que por siempre haya protección infalible, oh Bastet.

Que por siempre haya amor, oh Bastet.

Que por siempre haya gozo y alegría, y una cascada de bendiciones propias de tus dones derramada sobre cuerpo, alma, entorno, y seres queridos de éste tu engendro, oh Bastet.

¡Loada seas, diosa del amor y lo sensual que tanto nos encanta!

¡Loada seas, favorecedora del gozo y alegría, que viene en conjunto con dicha sensualidad!

¡Loada seas, por el cuidado y protección que gustosa otorgas!

Amada Bastet, Señora del Este, alma de Isis,
ojo de Ra, amante de la felicidad y la abundancia,
gemela del dios del sol, acaba con el mal que aflige a nuestra mente
igual que aniquilaste a Apofis, la serpiente.
Con tu elegante sigilo te anticipas a los movimientos de todos los que cometen atrocidades
y ponen sus manos sobre los hijos de la luz.
Concédenos la alegría del canto y la danza, y siempre vela por nosotros en los lugares solitarios
por los que debemos caminar...
Te suplico, por el poder de tu amor, todos estos bienes que he pedido,
para mi y para amistades y familia

Y si tales son mis deseos para mi y mi entorno extendido, por favor sean aún más, multiplicados, para ellos que me otorgan su estima y cercanía, el círculo interno de mi interacción.

Así sea, Así sea, Así sea.