Cuando las mujeres salen con malas acciones varias y nos llenamos de rencor o tristeza por su causa, solemos decir que son muy pinches, y la mayoría de las veces así es. Pero como decía el Nazareno, al ver la paja en el ojo ajeno ignoramos la viga en el propio. El género masculino está lleno de chingaderitas y defectos que, a decir verdad, me ha disuadido de reuniones/pedas/etc donde en su mayoría sean hombres, y uno tenga que escoger entre dos cosas: o aparentar estar a su nivel, o quedar como el amargado y mamón de la fiesta.
Y no es que sea un persignado aguafiestas; tengo mis gustos, vicios, y defectos, pero ah chingado, en verdad que hay algunos cabrones que hacen que uno entienda por qué sus mujeres les son infieles, o por qué están hundidos en mediocridad e ignorancia a tal grado que hasta la aman, como los cerdos revolcándose en su propia porquería.
Expongo a continuación esos defectos que creo que todos los hombres debemos evitar por igual, pues nos deja más como animales incivilizados que otra cosa, y le dan la razón a la gente que la emprende contra el género en su totalidad. Es una bendición el simple hecho de tener vida, y en el papel de hombres en la edad moderna hay que actuar dignamente, y no ser como los siguientes:
EL CABRÓN CON CONDUCTA DE CHANGO
Éste engendro de sobaco diabólico es un vatito que se siente muy gracioso y desinhibido. Como que va por la vida creyendo que el estar entre conocidos o familiares, o por estar ya casado, las reglas básicas no aplican con él.
Sabemos que un pedito o un eructo pueden ser divertidos, siempre que sean espaciados y se sepa escoger el justo momento. Eso es lo que los hace graciosos: su espontaneidad y lo inesperados que son. Pero con el cabrón éste, es un festival de gases.
Yo conocí a uno así, que enfrente de la novia se pedorreaba, y ella hasta se lo celebraba. No mames, lo peor es que como en todo proceso de reforzamiento, eso causaba que lo hiciera más y más. Chingado, era de plano como si el alma se le estuviera escapando del cuerpo en forma de pedo.
Eso no se hace, señores. Peor aún, éste tipo de individuo extiende su desorden y desconsideración hacia otras cosas: embarra de comida ropa y manteles o sábanas, deja la mesa hecha un desastre y ni se ofrece a ayudar a recoger, y quién sabe, probablemente su desconsideración se extiende hasta niveles más íntimos. Con lo cual he de decir: pobre de quien sea su mujer.
Éste, huevón en sus raíces, es el que es más fácil que mande a la chingada su cuidado físico e higiene con el paso de los años, que se vuelva un borrachote de mecedora en la cochera, exhibido así a la gente que pasa, como una morsa alcohólica en cautiverio.
EL MENTIROSO HOCICÓN CACHONDO
Esa combinación es letal. Y son de los primeros que hicieron que le rehuyera a reuniones donde no conozco a los cabrones.
Éste siempre habla de sexo, pero no sexo en general, sino de sus proezas sexuales. Todas sus parejas están más que satisfechas, él tiene la verga más grande del mundo occidental, y hasta la tiene entrenada para hacer gracias y darle de comer su botana, como un elefante usando su trompa para tragar cacahuates. Nadie sabe más que él sobre mujeres y sobre el arte de coger.
Lo peor es que ése infeliz contamina rápidamente la reunión, porque otros cabrones no se quedan atrás. De pronto todos son vatos con dotes de actor porno. Y el que dice que cogió por 3 horas sin terminar, es interrumpido por el que dice que se cogió a madre e hija al mismo tiempo, y luego otro dice que le puso a unas trillizas y las ensartó como brocheta, y de pronto tienes un festín de mierda arrojada a todos lados.
Si un pinche extraterrestre investigara al género masculino basado en esas reuniones, de pronto diría: "Bueno, ¿y entonces los precoces, impotentes, o tipos sin condición o sin pareja no existen?".
A mí me da una hueva inmensa eso, principalmente porque andan quemando a la pobre que tuvo el mal tino de acostarse con ellos, y aparte porque sé que de lo que están diciendo no es cierta ni una cuarta parte. A finales de secundaria creía que con el tiempo eso cambiaría, pero para nada, es lo mismo.
Éste en muchas ocasiones es el mismo patán que ya la mayoria de las mujeres conoce: el que les grita pendejadas en la calle o que saca la mano por la ventana del carro para nalguearlas. Yo era muy especial en eso: a quienes se juntaban conmigo, les exigía que no anduvieran haciendo esas pendejadas.
Llega a cansar, de verdad, oír a un pendejo hablar de su verga todo el tiempo, y parecer una especie de animal hipersexualizado. Algo tan chingón y especial como el sexo se vuelve algo hartante cuando este tipo de sujetos se ponen a hablar de ello.
Digo, unos cuantos chistes o tonterías al respecto, vale. Pero otros mencionan la verga tan seguido que uno piensa que se les ha de antojar, ya que a cada rato la traen en boca. Y entre eso, y sus pinches mentiras respecto a sus experiencias, antes que juntarme con esos cabrones prefiero quedarme en casa viendo las noticias sobre balazos y matanzas. Al menos esa acción SÍ es real.
EL LASTRE GORRÓN
En un trabajo que tuve, estaban dos tipos, llamémoslos Justino y Julio.
Julio es un tipo de dinero, su familia está bien acomodada y la verdad no necesitaba trabajar, la mayoría de las cosas provenían de sus padres.
Justino, por otro lado, llegó a la ciudad proveniente del sur. Su papá tenía la costumbre de los de muchos de nosotros: padre divorciado que se sordea casi siempre. Él si trabajaba por necesidad.
Los dos se hicieron muy amigos, se entendían bien por el sentido del humor de Justino, quien siempre estaba haciendo bromas y estupideces. Hasta tenía sus chistes clásicos que actuaba y todo. Bueno para alburear e idear cosas.
Quiso el destino que a Justino (ah chinga, rimó) lo mandaran al carajo en el lugar que estaba rentando. Tuvo problemas, pues no encontraba un lugar que se ajustara a su presupuesto, por lo que terminó yéndose a vivir al rancho de la familia de Julio, el cual está en las afueras de la ciudad, por la carretera nacional. Decía que iba a ser algo "temporal".
Esa medida "temporal" resultó ser un chingo de tiempo, no limpiaba nada, tenía hecho un mierdero ahí con latas de cerveza y demás, no daba ni algo simbólico de su sueldo (según me dijeron), y ya en las últimas hasta se grababa haciendo estupideces como hacer el salto del tigre sobre los muebles y cosas así.
Éste sujeto Justino le pidió dinero a mucha gente, incluso a mí, y no pagó nunca nada. Hasta se siente muy chingón, según, por "bailarse a la gente". La verdad yo le presté una cantidad mínima, no iba a ponerme a pelear por eso, más falta le haría a él.
Lo que no sabe (y tal vez se entere si de casualidad regresa a dar una leída a mi blog, como acostumbraba) es que Julio estaba fastidiado de él. Julio y yo no nos entendíamos mucho, alguna vez conversabamos y reíamos, pero en general no había mucha confianza.
Imaginen lo fastidiado que estaría Julio cuando incluso conmigo desahogó la verdad, un día que estábamos afuera del trabajo fumando en un descanso; y me dijo que estaba hasta la madre de Justino y que era un pinche abusivo, un lacra, una pinche molestia de la que ya no sabía cómo deshacerse.
En algún momento me junté con Justino. Ya cuando lo vi salir con esas mamadas, la verdad no sé ser hipócrita. ¿Quieren saber sobre Julio? Siguió juntándose con él. He ahí el punto en que cierto tipo de vatos contaminan a otros. Soy de la creencia de que un amigo real debe ser alguien que te haga un bien y al cual puedas admirar por algo. Justino no es nada de eso, pobres de los que tienen que cargar con su "amistad", y los que son similares a él.
EL MACHISTA CAGANTE VIOLENTO
Aquí me permito hacerles una pregunta abierta a las mujeres, que quiero dejar que ellas mismas la contesten como su mente mejor les dé a entender:
¿Cómo se les ocurre andar con un pendejo que es un animal y se la hace de pedo a todo mundo por celos y mamaditas, y le gusta andar haciendo escenitas?
Sería genial hacer un estudio, para ver cuántos pretextos sacan las mujeres para justificar tal cosa.
Desde que fui chavillo y tuve mi primera novia, me topé con ese tipo de idiotas. Los hermanitos celosos (la clásica que quieren agarrarse a chingazos porque andas con su hermana), o el otro caso, que eres amigo de la novia, y el cabrón te la hace de pedo porque cree que te la quieres coger. Invariablemente, los que hacen eso, sí, en efecto, son los mismos que andan de cabrones.
En serio, que hueva da el solo hecho de ver a un pendejete así, o peor aún, juntarse con él. Un sujeto que traté en el pasado hizo un numerito como pocos: se dio cuenta que su vieja le puso el cuerno, así que se apareció en una reunión de la familia de ella, no se en dónde, lanzando gritos y diciendo chingadera y media frente a todos.
Hasta aquí les suena normal, me imagino. Nada distinto a lo que hayan visto u oído antes. Pero es que no les he dicho qué traía en su mano el cabrón cuando se bajó del carro. ¿Qué dicen? ¿Una pistola? No, eso también lo haría caer entre lo ya común.
¿Saben qué es lo que traía, el pinche desquiciado de mierda?
Una katana.
Sí, una pinche katana.
Imagínense que ustedes son el padre o madre de la chava, o que es su sobrina o prima, están en la reunión pendejeando tranquilamente, hablando de quién se caso, quien salió embarazada, quién viajó a dónde y quién se murió (pinches temas ciclados y tontos... en fin), cuando de pronto se aparece un loco con un arma de combate oriental punzocortante.
Ese tipo de hombres suele ser así: hacer pendejadas ilógicas. Claro que aquí me fui al extremo, pero es para ilustrar en lo que cualquiera de esos se puede convertir. Imagínense que lo hubieran hecho emputar y que se hubiera soltado tasajeando. Habría parecido escena del Ninja Gaiden.
Y también, son los que andan de cabrones, cogiéndose a cuanta puta no ande suelta por las calles, pero eso sí, si alguien voltea siquiera a ver a su vieja, se ponen al brinco. Le checan el celular a ver quién llamó, y hasta andan buscando a los amigos de ella para ver "qué se traen". También son unos homofóbicos de primera, muchos de ellos reprimiendo su propia homosexualidad latente, que lucha por salir. ¿Recuerdan al papá mamón militar de la película Belleza Americana?
Este mismo tipo de la katana, una vez que ibamos a ir a un antro, llegó a mi casa, donde ya lo esperábamos. Se dio cuenta que me había comprado la misma loción que él (yo ni sabía cuál usaba) y que ya la traía puesta, y reaccionó como si se fuera a acabar el mundo. Como si alguien fuera a andar oliéndonos y comparando. Terminó por irse a bañar de nuevo y a comprarse otra fragancia. Qué mentalidad.
Mujeres: no sean estúpidas. No anden con un cabrón así. Hombres: no sean amigos de un idiota así tampoco, no saben en qué pedo se puede meter. ¿Qué tal si se la hace de pedo a algún sicario del narco en el carro o a pie? Peor aún, éste tipo de vatito espera que sus amigos le muestren lealtad siguiéndolo a todos los pedos en los que se mete, y no admite que le digan nada. Qué hueva.
La variante extendida vergonzosamente ridícula de éste es aquel que tiene "a su raza", y ni para sus broncas puede ir solo, tiene que ir con su gente, o andar amenazando con que "conoce a varios, y no te la vas a acabar", y de tan inestable que es, hasta representa un peligro o molestia para aquellos que se dignan ser sus amigos y juntarse con él. A menos, por supuesto, que sean iguales a él en pedos mentales y conducta, con lo cual tienes ya ahí una jauría de bestias nadamás robando aire.
EL MANDILÓN
*respirar* *exhalar* Ooooooohhhhm... Ooooooohhhhm... Disculpen, pero tengo que hacer éste tipo de ejercicios para evitar encabronarme tanto con el tema que me acabe dando un pinche ataque aquí.
Juntarse con un mandilón es igual que tirarte un clavado en mierda para después ser sodomizado por marranos. Es como si te cortaran los dedos, te los metieran todos por el culo, y con magia tipo Harry Potter hicieran que desde dentro usaran tus órganos como instrumentos musicales. Así de ojete es. Mujeres posesivas, les voy a ahorrar el trabajo de estar rumiando mentalmente eso que tienen en su cabecita jodida todos los días: SÍ, el cabrón si ha salido/ha cogido/se ha besado con otra vieja durante el curso de su noviazgo. Sí lo hizo, y le gustó, y ahora se los oculta y nunca se los va a admitir. ¿Contentas? ¿Qué ganan con estarle chingue y chingue al cabrón y no dejarlo salir en paz con los amigos? ¿Para qué putas madres lo quieren ahí pegado a ustedes todos los días? Es su pareja, no su pinche hígado, por Dios.
Es una pena ver a un pelado amigo tuyo, que se las da de muy chingón, muy verga en todo, y apenas suena el celular y es la pinche vieja, y es la misma escenita: "Ssssh, no hables, es aquella". Y hasta se enoja si sigues hablando en voz alta cuando le contesta. ¿Cuál es el pinche miedo, bola de pendejos? ¿La pinche vieja se va a enojar? Que se enoje. Tengan huevitos, pinche bola de culeros. Y luego ahí los ves corriendo a la orilla del lugar donde están, como ratón huyendo del gato, y hablando quedito.
Esos cabrones no merecen ser llamados hombres. Es una verguenza. Y cada vez hay más. ¿Qué chingados les cuesta decir "sí, estoy con mis amigos, no estés jodiendo, te veré un día sí y uno no durante la semana, estamos? Te amo, ahora ya no sigas jodiendo ok mi vida?". Y colgarle.
¿Qué, les da miedo que los corte? Vaya cosa. Porque si hay tanto amor ahí, que se traduce en el miedo a que la vieja se vaya (como muchos lo explican para justificarse), no entiendo cómo es que también andan de cabrones con otras, y hasta empaletando a sus amigos para que les cubran sus saliditas ("estuve con fulano mi amor, márcale para que veas").
Desde niño odié ver eso. De hecho por eso detestaba a los Picapiedra, y me cagaba todo aquel que decía que le gustaba. Dos pendejotes ya grandes, que son los que jalan y traen dinero mientras las esposas huevones están en la casa nadamás, y encima ahí todos sometidos sin voz ni voto y teniendo que hacer las cosas a escondidas. Qué bonito modelo familiar. Por eso los Simpsons y South Park son el hit ahora. Porque Homero hace lo que quiere, y aunque teme que Marge lo deje, no se detiene de hacer lo que desea cuando lo desea, y no la deja que lo esté jodiendo. Lo mismo en South Park, son los modelos del tradicionalismo e ignorancia convertidos en sociedad, y con todo y eso no dejan que las mujeres les estén chingando de más. Ejemplos de pendejadas toleradas por mandilones hay infinidad.
Ya había contado ésto antes: Un tipo que conocí, la vieja le prohibió comer en Carl's Jr con sus amigos, simplemente porque "a ella le encantaban esas hamburguesas, y él debía ir ahí solo con ella". El tipo tenia que ir al restaurante a escondidas, como si la hamburguesa fuera su querida. Rayos, imaginé al cabrón con la hamburguesa haciendo... olvídenlo, continuemos.
Otro sujeto, no les miento, en una salida que tuvimos a un billar le conté más de 30 llamadas al celular de parte de la vieja loca obsesiva. Y por pendejadas, tan solo por hablar. Tal vez en la pinche nebulosa dentro del cráneo de la vieja creía que con eso iba a evitar que estuviera con otra. Les tengo noticias, chicas: muchos vatos hablan con sus novias teniendo a la otra ahí al lado de ellos, algunas veces hasta manoseándose, y sin embargo suenan normal al teléfono. Por favor absténganse, mejor sálganse ustedes también.
Ni siquiera en la comedia es ya aceptable. Ya todos conocemos la clásica mamada en las películas de la vieja cagante y el pendejote escondiendo cosas de ella (particularmente en películas de negros, con la vieja haciendo ademanes con las manos y gestos faciales).
Aparte de que es algo ya usado hasta el hartazgo, resulta desagradable solo de ver, por dos cosas: refuerza un estereotipo terrible, y celebra la mandilonería como algo "gracioso", cuando en realidad no lo es. De hecho podemos llamarlo una enfermedad, una dependencia neurótica marca Diablo. Un amigo mandilón plantea una encrucijada: seguirle considerando amigo y confiar en él, o hacerlo a un lado. Al aceptarlo, deben estar conscientes que como todo un pendejo irá a contarle a la novia todo lo que uno le dice en confianza (aunque lo niegue), que también uno puede acabar siendo usado solo para tapar sus escapaditas con otra vieja, y finalmente: que al tener una situación en la que lo necesites, no te ayudará ni irá a menos que la domadora le dé permiso. Queda a tu criterio juntarte con alguien así o no.
Por supuesto no son los únicos, pero son los que más me vienen a la mente a la hora de pensar en lo que un hombre no debe ser. Tengo un chingo de defectos, como todos, pero doy gracias de no tener los de los arriba descritos. Por lo demás, a cada quien le puede gustar lo que sea: agarrar el pedo, el fútbol (por naco que sea, ya cada quién), etcétera. Lo inaceptable es convertirse en un ser nocivo para quienes te rodean, y que muchas veces ni te des cuenta o te valga madre.
Hombres, eviten ser como los que caen en esas categorías, recuerden que ser chingón se demuestra con acciones memorables y útiles, no con palabrería pendeja y con conductas que tendría un mandril saturado de tachas. Merézcanse el respeto, amor, y admiración de las mujeres. Para pendejear está la adolescencia, después hay que dejarse de mamaditas. Sean cultos, respetuosos, maduros. No me irán a decir que no se puede... ¿O sí?

















